—Veo que tu plan funcionó.— Hakeem sonríe al ingresar al departamento de su amigo. —Por el momento.— Comenta mirando en su dirección. —¿Terminó mal?— Arruga su entrecejo. Arden suspira. —Aburridon, ese idiota siempre tiene que estar en el medio de todo.— Murmura rodeando los ojos. Hakeem se interesa con una sonrisa burlona al escuchar su nombre. —¿Qué hay con él?— Sonríe cruzándose de brazos. —No deja que ella se libere, y si no hacemos que ella confíe en sus propios instintos nunca va a saber defenderse sola.— Asegura molesto. —Y eso es más trabajo para vos.— Comenta molesto. Arden asiente. —Eso no es problema.— Rueda los ojos Y su amigo también lo hace. —No tengo en nada en contra de esa niña, incluso, me cae bien, pero si ella no se sabe defender vos estás expuesto el doble