—Si vas a seguirme, intenta hacerlo con disimulo, o simplemente quédate a mí lado y ya.— Brama. Su guardián sonríe y aparece de las sombras. —Se que estás enojado, pero no puedo no seguirte.— Alza sus manos. Arden aprieta su puños y sigue avanzando. —¡Estoy furioso, Hakeem, furioso, porqué parece qué les encanta jugar a las malditas pistas! — Demanda y golpea el primer auto qué tiene a su alcance, dejando un gran bollo en él. —Le enviaré tu número de seguro por correo, eso sería algo apropiado.— Bromea rodeando los ojos. El semidiós suspira, pasando una mano por su cabello. —¡Esto es una completa mierda, no sé por dónde empezar y todavía tengo que castigar a ese maldito niño!— Exclama. Su amigo suspira y asiente. —¿Querés hablarlo?— Frunce sus labios. —Quizas sólo soltarlo te haga se