Ignacio. Desde el sillón de su casa la miro cocinar, iba a hacerlo yo pero no me dejó, creo que mas que no me deje cocinar es porque no le gusta que le toque sus ollas, cuando he cocinado esta ahí que se muerde la lengua para decirme algo, ya me lo dijo, que con mas cuidado revuelva la comida que le podía rayar las ollas, y desde ese momento no me deja tocarle las cosas de cocina. —¿Me haces un favor Ignacio?. —Dime. —¿Sacas la basura por fis?. —Si. —salgo con las chanclas que las traje por pedido de ella, pongo la basura en el canasto viendo al vecino del lado Izquierdo venir hacia mi. —Discúlpame, ¿Marcela o Lucrecia estarán?. —¿Pasó algo? Lucrecia se esta bañando. —quiero que me diga a mi que es lo que quiere con ellas. —Bueno, me gustaría que le diga que no me dejen mas la cami
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