Lucrecia. —Que hermosa tia. —las miro por el espejo donde me coloco rímel. —Gracias corazón. —Cuando sea grande, quiero ser como tu. —Viole me abraza de atrás dándome un beso en la espalda. —Uuhhh que linda. —¿Nadie quiere ser como yo?. —dice Marce. —Es que la tia tiene ropa muy linda y sale con chicos lindos. —me tiento de la risa. —¿Y tu que haces viendo chicos? Eres una niña, las niñas no miran los chicos. —Yo digo no mas. —A mi me gusta toa a lopa de la tia. —Morita sentada en el sillón que tengo en mi armario mira toda la ropa, a veces las encuentro usando mis zapatos. —Bueno chicas, díganme si estoy bien o no. —me puse un jean blanco, unas botitas, una remera ajustada y una campera de jean. —Wou, preciosa tia. —Muy bella, un culazo tienes amiga. —me pongo perfume, agarro