La misma noche Estambul Palacio Topkapi Burcu –¡No! ¡No puedo esperar! Porque si no me ayudas, el príncipe Yildiz será ejecutado al amanecer. Pero para motivarte, dejaré de protegerte de nuestros hermanos. Incluso estoy dispuesta a encargarme personalmente de ti si te niegas a cooperar. Ahora dime, ¿puedo contar contigo para salvar a Yildiz? –informo con voz irritada, mientras su rostro pensativo me confunde. –Burcu, creí que las amenazas habían quedado en el pasado, pero eres un demonio que se esconde tras ese rostro de ángel para engañarme, aunque solo buscas tu beneficio propio– reclama con su voz indignada y le clavo mis ojos. Ahora no tengo tiempo para sus reclamos, menos para escuchar su discurso manipulador. Antes era entretenido y ansiaba descubrir qué artimañas utilizaría,