9 de febrero de 2003 Belinda observó la fachada del hotel. Era tan moderno e increíble que todavía le sorprendía que lo dirigiera un vampiro. Las enormes cristaleras se abrían en toda la planta baja del edificio, permitiéndole ver la recepción del hotel y un pequeño salón en la entrada de colores vivos y decorado con plantas verdes. Cuando se acercó, las puertas correderas se movieron en direcciones contrarias permitiéndole el paso. —Bueno, esto en cuanto a un vampiro moderno. No era la primera vez que había estado en aquel lugar. Su primera reunión con Miller sucedió en la suite del hotel. No obstante, no podía evitar sentirse sorprendida y puede que un poco divertida y maravillada por la situación. Miller era, sin dudas, el maestro vampiro más rico que había conocido. Era consciente