«A ver... Eran dos gajos de naranja y... ¿Media fresa? ¡No! Eso es muy poco... ¿Cuánto era entonces?... ¡Maldición!»
Mi diatriba interna continuaba, no recordaba cómo preparar uno de esos ridículos cócteles con cerveza que había inventado Manuel, y la música de fondo me estaba dificultando pensar con claridad. Y decir música de fondo era ser amable, esa noche Bavarian's parecía un jodido circo.
Tenía ya mas de dos horas escuchando una ruidosa polka tras otra, el griterío propio de tener esos espectáculos dentro del bar aturdía mi capacidad mental hoy mas que nunca.
Pero seguía intentándolo, después de todo, pese al aturdimiento, en el ambiente no se respiraba nada mas que alegría y buena vibra, y unas ventas maravillosas, cabe mencionar. Los pedidos no paraban de llegar, y los montos a
