—¡Vamos! Tiene que haber algo. —seguí deslizando el dedo sobre la pantalla de mi teléfono, pero la frustración iba en aumento. Estaba sentada en una de las mesas exteriores de una cafetería que quedaba a unas pocas calles del bar; había ido a tomarme un café antes del trabajo, en parte para darme un gusto... En parte para salir del departamento, ya no me estaba gustando pasar tanto tiempo ahí como antes. Llevaba una hora navegando en una página web de anuncios inmobiliarios, sentía el fin de mes pisándome los talones, y necesitaba encontrar un lugar pronto, quería tener todo listo para salir de un apartamento y mudarme a otro, no quería verme obligada a pasar ni siquiera una noche con papá y Nat, lo sentiría como un completo fracaso, un retroceso en mi avance, pero por como pintaban las