"Hey, al fin te alcanzo. Cielos, esto de los cambios de clases me tiene vuelto un loco, cada vez que quiero hablarte tengo que hacer tremenda persecución y búsqueda por toda la escuela hasta dar contigo. Es como una caza de brujas. Cielos, déjame tomar un poco de aire.
¿Ah? ¿Qué? Ah, sí, a lo que vine.
¿Recuerdas ese collar que vimos el otro día en el centro comercial? Ese que te gustó tanto que tenía un colgante dorado con forma de una mano. Era genial, algo costoso, pero estoy seguro de que a Angie le encantará. Gracias por tu ayuda.
Siempre puedo contar contigo y de verdad no sé qué haría sin ti”