—Te lo juro, era pequeñísima —aseguró Cris comiendo de bocados gigantes su sándwich —¿No es mejor? Al menos, no sientes que te están partiendo a la mitad —pregunté recostándome en el césped. Estábamos en el mismo lugar de siempre, detrás del campo de deportes, amaba que la gente se adaptara a mí y no yo tener que adaptarme a ellos —Oh inocente Celina, pequeña e inocente Celina. La excitación viene porque sientes que un semental te está empotrando, no el dedo de un médico en una revisión, eso no es excitante, es incómodo y penoso —Me informó como si fuera algo obvio y yo empecé a reírme a carcajadas. Amaba a este chico. —Gracias por iluminarme —respondí sin parar de reír, pero él estaba muy serio, como si fuera un tema de vida o muerte. Rodó los ojos y me tiro un poco de jamón de su s