Una comodidad y paz jamás antes sentida por mí, hizo que quisiera permanecer de esta forma por siempre, sin abrir mis ojos, sin moverme. La calidez que estaba recorriendo mi cuerpo me inundo. No sabía que estaba pasando. Medio quejándome al despertarme por completo, lo primero que vieron mis ojos fue una pared marrón claro, sabía dónde estaba, en la habitación de Donovan. Luego, baje la vista a mi cuerpo. Estaba vestida, bien, eso es bueno. No muy bueno, era el brazo alrededor de mi cintura, el cálido aliento chocando con mi nuca, y el pecho de Donovan tocando mi espalda. Estábamos acurrucados juntos. Esto no es malditamente bueno, no puede ser, esto no debería gustarme. Debería saltar fuera de su lado, pero... No lo hago, algo me detiene y se exactamente que es. La paz que me da estar