Hace mucho no estaba en un hospital, al menos, no desde mi último incidente en Norwich. El rubio obligó a los doctores que me atendieran enseguida, era divertido verlo pelear con su cara angelical, nadie lo tomaba en serio, yo tampoco lo hubiera hecho. Me obligaron a llamar a mi tía, cosa que definitivamente no quería hacer, siendo que su hija fue la que ocasiono que este aquí. A los médicos les importo un bledo, no iban a revisarme hasta hubiera algún mayor, así que no tuve otra opción, a menos que quisiera morir en esta camilla. —¡¿Qué te ha pasado?! —gritó mi tía al verme en posición fetal y mi rostro enterrado en el fino colchón. —Una chica la golpeó y muy duro —dijo el rubio por mí. ¿Aún seguía aquí? Jessi estaba imparable, pensé que yo era la que tenía tanta ira contenida en nu