PRÓLOGO.
—¡No vas a ir! —Allek grita, lo ignoro mientras sigo metiendo mi ropa en el equipaje. —Bien, ahora me ignoras...
—Ja, hasta que te diste cuenta. —Collow se burla de la poca paciencia de mi hermano mayor, solo tuve que decir "Voy a buscar a Erior" para que se volviera completamente loco.
—¿No deberías estar trabajando? —Indaga, Collow tiene a Eskar entre sus brazos mientras mi pequeño príncipe aplaude.
—Tengo... Vacaciones. —Dice la rubia mientras besa el cabello del pequeño entre sus brazos. —Por cierto, ¿A qué parte iremos?
La miro con los ojos abiertos. Ay no, ya se invito a si misma, esto no va a terminar bien. Nunca puedo lograr que se le salga una idea de la cabeza una vez que entra en ella, es más fácil arrancarsela sin piedad.
—¿Iremos? —pregunto, deseando que se niegue.
—¡Iremos! —afirma Allek, giro a verlo también y deseo no haber dicho nada en un principio, pero ya es tarde. —Alguien tiene que encargarse de Eskar.
Alzo una ceja, empiezo a creer que no confía en mí para nada.
—Y de ti, —agrega Collow durmiendo a mi niño, —porque no creas que se me olvida que un loco trato de violarte y matarte en una fiesta.
Allek chasquea la lengua, a él no le gusta para nada recordar ese evento y la verdad que a mí tampoco, pero es mejor estar claro en dónde se está parado desde un principio.
Respiro hondo.
—Muy bien, digan ¿Cómo le van a hacer con sus trabajos?
Tiro a matar, porque no hay nadie que ame más su trabajo que las dos personas que tengo como acompañantes.
—Deja, ya hago una llamada.—No pasan ni cinco minutos cuando con su sonrisa arrogante me mira. —Listo, ya tengo quien se ocupe de la Empresa mientras no estoy de igual forma, me encargaré de algunas cosas mediante mi teléfono. Ah,por cierto, ya aparte los boletos.
Gruño y miro a Collow. Tiene la mirada perdida, pero cuando Eskar suelta un gas vuelve en sí.
—Yo... Yo tengo unas vacaciones pendiente, además ya las e tomado.
Um, eso explica porque pasa más tiempo vigilandome y molestando a Allek en todo.
—¡Genial! ¡Estamos listos! —comenta Allek con fingido entusiasmo. —Iré a hacer mi maleta, Collow. Vigila a esta mujer en caso de que se quiera marchar sola.
Entre quejidos ella acepta.
Suspiro.
30 minutos más tarde, nos encontramos dentro de un avión. Marie y Vicky han quedado a cargo de la tienda y cualquier duda que tengan no dudarán en comunicarse conmigo.
La rubia y mi molesto hermano no se dirigen la palabra y todo porque Allek, no dijo antes que sería un viaje en la sección VIP hasta donde pude escuchar, Collow mencionó algo acerca de tener que trabajar durante tres vidas para poder pagar esa deuda.
Y aquí en medio de la guerra de miradas, mi bebé duerme plácidamente luego de tomar su biberón.
Cuando lo miro dormir siento un extraño sentimiento dentro de mi corazón,un calor tan agradable. Mirar sus cejas, su nariz y sus labios. Mirarlo entero y darme cuenta que se parece tanto a él, que no le perdió pisada en su parentesco.
—Ni se te ocurra decirle que tiene un hijo, —Collow habla mientras mira por la ventana, Allek se ha quedado dormido.
—¿Por qué? Tiene derecho a saberlo. —Gira y me ve con esos ojos de gato que la caracteriza tan bien.
—Por supuesto. Dime, ¿Que crees que va a pensar si te ve llegar con un bebé en brazos? —Abrazo con fuerza a Eskar, nunca había pensando en lo que pasaría por la mente de Erior. —Recuerda que él se fue antes de enterarse de que tendría un hijo, también que tiene una depresión por culpa de un pérdida.
"Debes llegar primero a él, sanarlo y sacarlo de ese agujero en el que está antes de decirle que es papá. No sabes que peso tenga esa noticia sobre él, tampoco a qué cosas lo lleve... Si es como Sully te dijo, no creo que esté en el momento más cuerdo. Quizás esa noticia lo termine deprimiendo más por el echo de no poder estar durante tu embarazo y su nacimiento."
Allek gruñe.
—Por primera vez, ella tiene razón. —Lo observo, pensé que estaba dormido pero al parecer está muy al pendiente de lo que sucede así alrededor. —Si llegas como un detonante, Erior puede explotar. Procura ir despacio, entra a su nueva vida y está segura de que aún tienes un puesto en ella...
De no ser así, retirate.
Dicho eso mi corazón se aprieta y un dolor maluco se instala en mi estómago. No había pensado para nada en todo lo que me han dicho, ni siquiera pensé en mi adorado bebé. Solo pensé en ayudar a Erior, como si fuera una adolescente tonta con las hormonas alborotadas, sabiendo que ahora tengo una prioridad y es mantener siempre a salvó a mi hijo.
Así deba ser de su propio padre.