Millonario Italiano

Capítulo 2 “No soy tu amante” IParte

El olor a tocino impregnaba la elegante y moderna concina en la que estaba y su estomago gruño en señal de que estaba hambrienta y como no lo iba a estar si despertó tardísimo ese día después de horas y horas de hacer el amor con el dueño de cada uno de sus pensamientos y de su corazón

Unos fuertes brazos la abrazaron por detrás mientras que ella revolvía un poco el sartén y una pequeña risa escapo de sus labios mientras sentía una barba incipiente  hacerle coquillas en el rostro

—¡Leandro! —Chilló mientras que los fuertes brazos la arrastraron hacia el pecho solido de su marido

Un par de pozos azul brillante le devolvieron la mirada mientras que una sexy y sensual sonrisa se extendía por el rostro masculino, la mirada de ella viajo sin disimulo por todo el cuerpo del hombre en frente de ella y los labios de él se separaron para dejar escapar una risa al ver el deseo brillar en los ojos de la mujer en sus brazos

—Buongiorno —Murmuró Leandro tomando el rostro de la mujer en sus manos para depositar un pequeño beso sobre sus labios

—Buenos días bombón —Ella sonrió coqueta alzando la cejas y lamiendo sus labios

Leandro se rio y ella sintió que su risa la tele transportaba al lugar feliz en su cabeza, que casi siempre estaba inundado de pensamientos sobre él

El sonido del aceite saltando en el sartén la trajeron de vuelta de sus pensamientos y de un salto de alejo prestando atención a la comida, por el rabillo del ojos observo al hermoso hombre caminar por la cocina apenas con unos bóxer cubriendo su desnudez hasta tomar asiento sobre la encimera de granito en medio de la cocina y dedicar toda su atención a ella

Chloe se sonrojó sabiendo que estaba siendo observada sin ningún pudor por su marido, lo mismo que ella estaba haciendo con él, cargaba el camisón azul que era extremadamente corto y sabia que en su revoloteo por la cocina este se levantaba apenas exhibiendo la piel de su trasero

Y esa era la idea

—Estoy tan hambrienta que siento que podría comerme un elefante —Bromeó sirviendo el desayuno en ambos platos, habia preparado unos huevos fritos, un poco de tocino con pan, un poco de café para el hombre en frente de ella y en cambio ella habia preparado un té verde para si misma

No le paso desapercibido la mirada lujuriosa que su marido le acaba de lanzar y que mando corrientes eléctricas por todo su cuerpo empezando a crear un  hambre totalmente distinta de la que sentía en ese momento

Ella se sentó a un lado observando cuando él tomo su mano y la llevo directo a sus labios dejando un beso sobre la piel de sus nudillos y empezaron a comer en silencio, ya después de dos años de matrimonio no era un silencio para nada incomodo, ambos disfrutaban de su desayuno tardío, casi al medio día

Leandro en ningún momento soltó su mano mientras ambos disfrutaban de su comida

Un rato más tarde se encontraba lavando los trates sucios con  Leandro escuchándolo quejarse sobre el hecho de que ella tuviera que hacer algo que no fuera permanecer en sus brazos, desde que se habia mudado con él lo habia disuadido de contratar a un ama de casa, no era necesario pues ella podía perfectamente hacerse cargo de los quehaceres del lugar, era su forma de trasmitirle amor al lugar que habia decidido hacer el  hogar de ambos

—Puedo hacer las cosas por mi misma, no tengo problema con eso —Replicó ella fingiendo enojo cuando la situación lo único que hacia era divertirle

—Pero no tienes porque hacerlo, puedo contratar un servicio de limpieza con solo una llamada —Dijo  Leandro con un seño fruncido y tomando su celular

Ella lo detuvo

—Pero quiero hacerlo —Le dijo como siempre hacia cada vez que salía el tema

Él dejo el artefacto a un lado para envolverla en sus brazos y Chloe suspiró relajada en torno a él

Era lo único que necesitaba

—Como quieras —Murmuro él contra su cabello

—Soy tuyo por toda una semana — Dijo y ella sintió su estomago revolear ante esa noticia

Y realmente algo triste pues le gustaría que siempre fuera asi, no que se vieran una semana si y otra no o por un periodo más prolongado de tiempo, no, ella lo queria todo para si misma, con un pequeño encogimiento de hombros ignoro esos pensamientos

Aceptaba el hecho de que su marido debía viajar mucho, si bien era cierto que la mayor parte de sus negocios eran en Italia también debía viajar a varios países para gestionar todos los demás

Aun asi quiso intentarlo

—Quizás pueda acompañarte a Italia pronto —Dijo ella con fingido aburrimiento en su tono

No habia esperado que su cuerpo se tensará y que luego se alejara de ella privándola de su contacto

—¿Qué estás diciendo? —Leandro entorno los ojos ante sus palabras

—¿Qué? —Ahora era el turno de ella para fruncir el ceño asique cruzó sus brazos sobre su pecho, su postura rígida y sin entender su reacción en lo más mínimo

—Sabes que no es buena idea, los paparazis están más pendientes ahora que nunca… No quiero involucrarte en eso —Suspiró él alejándose

“¿Y que tal si quiero?”  La palabras pasaron por su mente tentadoras Chloe pero no dijo lo que pensaba, al ver su cuerpo tensó suspiro, él le estaba dando la espalda asi que se acerco por detrás abrazando e intentando relajarlo

—Esta bien —Susurró contra la piel de su omoplato

—No quiero que nuestra privacidad se vea afectada, la prensa es cruel, créeme, he tenido suficiente experiencia para querer mantenernos alejados de eso —Dijo Leandro, su voz tensa a pesar de que su cuerpo empezaba  a relajarse bajo el toque de ella

Por más que lo pensaba Chloe no podía creer como algo asi podría ser tan fatal, queria que lo verían con ella, que supieran que era su esposa para que dejaran de buscarle posibles conquistas, merecía reconocimiento, nadie aparte de su familia política y su amiga sabian de su matrimonio y la idea lentamente la estaba dejando fría

Quería gritarle a medio mundo que él era suyo

Estuvo en la punta de su lengua exigirle todo aquello, queria más, necesitaba más, pero el pensamiento de que la encontrara inmadura o  que pensara que era una mujer pesada la hizo morderse la lengua

Lo último que queria era una gran barrera entre los dos, no queria arruinar el poco tiempo que tenían juntos con sus pensamientos pesados y posesivos

Beso su espalda lentamente y abrazo su más grande figura contra su pecho, cuando él se giro le ofreció una pequeña sonrisa y él la atajo hacia sus brazos, entonces ella pudo apoyar su oído sobre su corazón disfrutando de la sensación y de los latidos de su corazón

—Mmm —Leandro tomo su rostro entre sus manos observando los ojos iluminados de ella con algo que ya sabia

Lo amaba

Sonrió ante ese sentimiento sabiendo que eran un reflejo del suyo, amaba a su esposa y se complacía de saber que ella también hacia los mismo, habían sido dos años increíbles a su lado, realmente le gustaría pasar más tiempo con ella pero lamentablemente  no permanecía en el mismo lugar por mucho tiempo y le gustaría brindarle estabilidad al menos a su esposa, la idea de que ella viajara con él… Era imposible

Aparte de eso estaba satisfecho con su vida, a sus 31 años se sentía bien por como estaban las cosas y en su matrimonio

Nada podía arruinar algo como eso