A la mañana siguiente los tres muchachos se levantaron al amanecer para desayunar, comprar algunas provisiones y continuar su camino. Eira se encontraba alistando su caballo en las caballerizas del hostal (al parecer eran casi los últimos en salir de ahí pues había solo cuatro caballo más) la muchacha con la vista perdida en el pelaje del animal, estaba un tanto distraída y eso lo pudo notar su hermana, quien la observaba por el rabillo del ojo. Elena sin pensarlo más se acercó a su hermana mayor quien se sobresaltó cuando escuchó su voz. -Estas muy distraída - le dijo Elena con una sonrisa pícara en el rostro -¿yo? ¿distraída? Claro que no- Eira lo dijo seria ocultando el sobresalto que su hermana le había dado -Entonces ¿me puedes explicar porque el asiento del caballo está al revés