Eira estaba corriendo pradera arriba, estaba asustada, sus compañeros no se habían dado cuenta del peligro que estaba corriendo ¿Cómo había sido posible que haya caído en una trampa tan estúpida? Había estado bailando con su verdugo, estaba un poco pasada de copas, por fortuna solo tenía un pequeño mareo. El muchacho se había acercado a ella de manera amable como cualquier otro chico del pueblo invitándola a bailar, no le pareció mala idea aceptar la invitación y conocer un poco más a la gente del pueblo, había escuchado preocupaciones diversas acerca de las cosechas y temían hambruna con la próxima guerra que se avecinaba con el reino de Fuego. Sin embargo; para su desfortuna era su familia quien había enviado a ese asesino para terminar con ella. El hombre delgado la iba siguiendo sigil