Sara y Meissa almorzaban juntas, Meissa estaba tan distraída, pero de pronto la voz de Sara se grabó en sus oídos —Me alegro de la vuelta del príncipe de corazón roto. —¿Eh? ¿Qué has dicho? —Sí, puede ser un asesino y lo que sea, pero también es nuestro Robin Hood. —¿Escuchas lo que dices? —exclamó Meissa incrédula —Mei, él solo ha matado a gente por la que nadie en el mundo lloraría; asesinos de inocentes, secuestradores, políticos corruptos y mafiosos, sí, quizás suene terrible, pero nadie llora por ellos, recuerdas al tal Hishomi Sixto, era un tipo que vivía en el barrio de Córdoba, cercano a mi pueblo natal, bueno, ese desgraciado robaba a niñas pequeñas, las arrancaba del lado de sus madres y las prostituía, cuando el príncipe de corazón roto lo mató, todos en Córdoba celebraron,