Ella exhaló sorprendida por el arrebato de su tío. Pero luego solo pasaron varios segundos cuando ya le seguía el beso con necesidad.
Su tío apretaba fuertemente sus caderas, y a la vez movía sus labios con pasión, motivando a su querida abejita a que siguiera su ritmo intenso. Se despegó poco a poco, exhalando apasionado. Para mirarla de cerca, con la vista oscura, nublada en perversión; Abby tuvo que abrir sus ojos al sentir la mirada de su tío, que siempre aparentaba ser alguien pasivo con su semblante de calma. Pero que en realidad era tan apasionado, de una forma casi animal. Se daba cuenta de eso al besarlo y recibir sus labios urgentes.
Sonrió maliciosa, mirando el hambre voraz que tenía él y halándolo más hacia ella. Hasta que cadera con cadera colisionó, dándole a ambos una lati
