Posó sus ojos en el pelirrojo que conducía, el cual llevaba varios minutos serio, fulminándola de vez en cuando, a través del espejo. Cosa que la molestó un poco.
– ¿Qué pasa, Dante?– levantó una ceja hacia él, esperando que le diera a conocer la causa de su actitud.
– ¿Por qué saliste de la casa de ese tipo?– preguntó en un tono celoso.
– No te interesa– lo fulminó.
– ¿Cómo no me va a interesar si se supone que tenemos algo?– le preguntó dolido, sorprendiendo a la chica.
Abby miró a Mónica, esperando ayuda de su parte, pero ésta levantó un poco sus manos, en son de paz. Por eso, regresó su vista al pelirrojo que esperaba una respuesta.– ¿Y desde cuándo tú y yo tenemos algo?– preguntó.
El chico se encogió, dolido por la actitud de Abby– ¿En serio lo preguntas?– habló, descuidándose d
