Klim.
Al día siguiente fui a la clínica, a ver a mi madre. Su condición era estable, pero cada vez que la miraba, mi corazón sangraba. Hace tiempo ella era una mujer guapa y fuerte, ahora no se veía como la de antes para nada. Perdiera mucho peso, su rostro estaba demacrado con círculos oscuros debajo de sus ojos. "Pero ella solo tiene cincuenta años. La muerte de mi padre la afectó mucho. Tenía que escapar con un hijo adolescente, empezar a trabajar duro, para que yo tuviera lo mejor. Es mi deber cuidarla y quererla el resto de su vida." — Pensé mientras le ayudaba a vestirse para dar un paseo en el parque de la clínica.
— Mamá, el doctor dijo que te niegas a caminar.
— Bueno, ya estoy caminando, por los pasillos, hacia la biblioteca.
— Deberías ir a dar un paseo por el parque cada dí
