Hasta nuestra próxima vida.

Público extraño.

Esta cama es cómoda me gusta, no sabía que el motel tuviera tan buenas camas, vamos Leslie sigue durmiendo, mierda no puedo tengo hambre espero y Rosy me haya dejado comida si no me tengo que esperar al desayuno y lo más seguro es que tenga… la cama del motel no era cómoda ¿Dónde estoy?.

Abro los ojos y me siento en la cama, mierda, solo tú eres tan tonta para hacer eso, está sangrando mucho, me levanto la blusa y veo que unos puntos se abrieron, ¿pero dónde estoy?, Dios esto duele.

Me levanto de la cama presionando la herida, abro una puerta y en el baño agarró una de las toallas y me la pongo en la herida, es un baño bonito, salgo del baño y miró alrededor de la habitación.

¿Esa soy yo? Es una foto de una boda, mi boda, no, yo no creo en el matrimonio, oh qué bonitos niños se parecen a la doctora, así que estoy en su casa, ser médico deja buen dinero tal vez en un futuro Rosy quiera estudiar eso.

Supongo que esa es la puerta, ¿Por qué me siento tan cómoda en este lugar? Será verdad que soy la persona que buscan, no te ilusiones Leslie.

Abro la puerta y salgo, dios esto duele hasta para bajar las escaleras.

—¿Hola Doctora Adams? Necesito su ayuda, estoy…

Veo que varias personas corren hasta donde estoy, me quiero alejar, pero algo me dice que no lo haga.

—Oh por dios Leslie ¿Qué hiciste?— me dice Rosy

—Me levanté de golpe de la cama y se abrieron unos puntos, por cierto y mis botas no las encontré— miro mis pies descalzos

—Mamá, qué bueno que despertaste.

Se acerca y me abraza.

—Ok muchacho atrás— lo empujo con el dedo en su frente —No conoces el espacio personal, además soy muy joven para ser tu mamá.

—Lo siento olvidé que no tienes memoria.

—¿Y la doctora Adams?.

—Mamá está durmiendo a mis hermanos.— dice una joven

—Ah, creo que necesito ayuda estoy perdiendo mucha sangre y como que estoy viendo borroso.

—Acompáñame mamá, yo puedo ayudarte con eso.

—Leslie— le aclaro —Vamos Rosy.

Caminamos a lo que parece ser un sótano, esta casa es muy grande, sin duda Rosy debería de ser médico, además porque me sigue diciendo mamá y porque me miran así, tengo un público raro.

—¿Necesitas ayuda para subirte?.

—No yo puedo sola, Rosy ¿Cómo sigue tu brazo ya no te duele?.

—No Leslie la doctora Atenea me dio medicamento para el dolor.

Miro que el que me dice Mama se acerca y estoy segura de que ese frasco donde le saco líquido es anestesia.

—Sin anestesia no me gusta dejar de sentir partes de mi cuerpo.

—Pero va a doler, mamá tienes que…

—Yo me encargo mi niño.

—Hola Doctora Adams— le sonrió y notó que se sonroja

—Sanaré tu herida, para que no te moleste más.

—¿Eso es posible?.

—Claro.

—Puede hacerlo con Leslie, ¿puede sanar su fractura?.

—Nunca lo he intentado con fracturas, pero puedo intentarlo.

—Gracias doctora Adams.

—Dime Matu.

Le digo que sí moviendo la cabeza y veo como sale una luz azul de su mano y la pone sobre la herida, interesante no duele ni se siente calor.

—Listo.

—Gracias Doctora, no, gracias Matu.

—De nada.

Su sonrisa, me gusta su sonrisa, se ve tan linda cuando lo hace, ¿Pero qué estás pensando Leslie? A ti no te gustan las mujeres.

—Entonces mm— la miro —¿Puedes intentarlo con Rosy?.

—Oh sí lo siento, ven Rosy primero necesito quitarte tu yeso.

Rosy se acerca y comienza a quitarle las vendas, después con una especie de sierra corta el yeso, volteo a los lados mirando el lugar y encuentro a todos mirándome fijamente, solo les sonrió y sigo mirando a Rosy, son extraños demasiado extraños, veo como le hace el mismo proceso, pero Rosy grita.

—¿Te duele?— le pregunto rápidamente

—Suele doler un poco en ocasiones— me contesta Matu

—¿Le va a doler mucho más?— le pregunto preocupada

—Ya casi acabo aguanta un poco más.

—Sí Doctora— le dice Rosy

—Listo, ¿Puedes moverlo?.

—Creo que sí— dice con miedo, mueve el brazo y sonríe —Muchas gracias en serio, ahora podré ayudarle a Leslie a trabajar.

—No Rosy yo trabajaré tú entras ala escuela.

—Pero no puedes hacerlo sola.

—No hay peros— le digo

—Amm creo que debemos hablar contigo— me dice Matu

—¿Conmigo sobre qué?.

—Sobre ti.

—No gracias, ya estamos mejor podemos regresar al…

—¡No!— gritan todos

—Ok, ok entiendo— ¿Estamos secuestradas? —Si no es mucha la molestia ¿Pueden darme algo de comida? No he comido en casi dos días.

—Si, si claro vamos tienes que comer para recuperarte— me dice Matu

—Gracias.

Subimos a la casa aunque técnicamente estamos en la casa, asi que los sigo al comedor.

—Rosy ¿Por qué me siguen mirando así? Me hacen sentir incómoda.

—Leslie creo que esta es tu familia, la doctora Adams me dejó ver sus recuerdos y tú estás con ellos incluso cuando desapareciste era igual como apareciste en el pueblo, estoy segura de que son ellos.

—¿Estás 100% segura?,

—Sí.

—Ok confiaré en tu palabra.

—Matilde te preparo algo rápido, come— me pone el plato

—Gracias Matu.

Me siento en la mesa y comienzo a comer.

—¿Tienen que verme así? Me hacen sentir incómoda y no me agrada.

—Hey dejen de ver a Lilith así, no es ningún circo.

—¿Lilith?.

—Si ese es tu nombre Lilith Adams, yo soy Atenea Adams puedes decirme Atenea o Nea así me decías antes.

—Así que ese es mi nombre Lilith Adams, me gusta, ¿Qué te parece a ti Rosy?-

—Se oye natural creo que me gusta más que Leslie.

—Ok entonces seré Lilith, lo siento puedes darme más.

—Claro que sí Lilith.

—Gracias…

—Matilde.

—Gracias Matilde.

—Ok ya hablé con los papás, sus papás y ya vienen de regreso llegan en dos días, Lucía viene en camino, Samuel igual, también les hablé a las guardianas para ver si saben algo.

—Perfecto gracias Morningstar— le dice Matu

—Morningstar ¿es tu nombre o apellido?.

—Es mi nombre.

—Interesante— le digo —Eres guapo y…

—Aquí está, come con cuidado— me interrumpe Matilde

—Si gracias.— le contesto —Como decía…

—Come.— me ordena Matu

Comienzo a comer de inmediato, esa mujer da miedo, además ¿Por qué sigo su orden?.

Entonces mi nombre es Lilith Adams y tengo una hermana que no se parece nada a mí, ella es castaña y yo pelirroja tenemos diferente color de ojos, no, ahora no.

Come vamos Lilith come, trata de levantar la cuchara o de mover las manos. No pueden fallarme no aquí funciones Maldita sea, bueno levantarte para despistar vamos Lilith, no, no, no, ahora no todo el cuerpo no, ¿Por qué? Dios mío porque ahora todos me están mirando, dejen de verme vamos dejen de hacerlo.

—¿Leslie? Oh no Leslie digo Lilith— dice Rosy —Tú cómo te llames ayúdame a acostarla.— señala a un joven

—¿Por qué? ¿Qué le pasa?— pregunta Atenea.

-—Su cuerpo se quedó paralizado vamos ayúdame a acostarla.

Rosy se levanta junto con uno de los que me dice mamá y me acuestan en el sillón, tú sí que sabes dar buena impresión.

Matu

¿Por qué le siguen pasando cosas asi? ¿Por qué no reacciono? Mi cuerpo se paraliza como el de ella, pero el mío es el miedo que le pase algo.

—Tranquila, va a pasar concéntrate en respirar, se que no te gusta estar así, pero tienes que tranquilizarte.

—¿Le pasa muy seguido?— le pregunta Atenea

—En ocasiones, a veces son sus manos otras sus piernas, por eso no le gusta que le pongan anestesia.

—Necesita un chequeo profundo, tal vez sufre una especie de parálisis cerebral y necesita tratarse rápidamente, tiene muchos signos de alerta y todo indica que mi diagnóstico es correcto.— dice Morningstar

—Entonces hazlo tenemos que asegurarnos que esté bien, ella tiene que estar bien, mañana mismo la llevamos.

—¿Por qué mi mamá está así? No puedo verla sufrir.

—Selena hija todo estará bien.

—No Matu no hay nada bien, estoy feliz de que no muriera, pero ¡Por dios es mamá! Ella nunca permitiría que estuviera así, mucho menos que la viéramos así, ella es fuerte tiene que serlo por todos.

—A ver cálmense todos Lilith ahorita necesita la ayuda de todos, ahora es nuestro turno de ser fuerte para ella y apoyarla en lo que necesite recuerden cuánto ha hecho por nosotros así que si no van a ayudar a su habitación.

—Pero tío.

—Pero nada a su habitación.— les ordena Morningstar

—Está bien.

Se van todos a su habitación y nos quedamos nosotros, tenemos que ser fuertes y apoyarla como dijo Morningstar, pero me parte el alma verla así, verla débil sin poderse mover ni defenderse.