Hasta nuestra próxima vida.

Eso es todo.

Mientras camino al baño, veo una figura familiar.

—Hola Lana.

—Mi nombre es Matu, ahora.

—No me he enterado de eso, cuando salí de la cárcel viaje al extranjero a estudiar y acabo de regresar.

—Espero y tengas una buena vida— le digo tratando de irme

—Lamento mucho lo que hice, me enteré de que te convertiste en madre de gemelos felicidades y también que tú esposa desapareció.

—No, ella no…

Me jala y me besa, pero que está haciendo, cuando lo estoy a punto de apartar, escucho mi tono de llamada, por favor no que no sea ella, lo aviento y volteo a mirarla, no esa mirada no.

—Te está llamando el director— dice sin emociones

—¡Espera no es lo que crees!— por favor escúchame

—Debe de ser una llamada importante, no ha dejado de sonar— me dice sonriendo

—Lilith, amor yo…

—No es necesario que lo expliques.

Le hice daño de la peor manera justo cuando estaba empezando a sentir que se estaba enamorando de mí y todo es por él, volteo a verlo furiosa

—No te quiero volver a verte nunca y recuerda que tienes un orden de alejamiento de mí.

—Lo siento no quería hacerlo yo fui un idiota, no se porque lo hice.

—¡Solo aléjate de mí!.

Camino a nuestra mesa y sus cosas no están, saco el dinero y lo pongo en la mesa agarro mi abrigo, mi bolsa y corro a la salida, por favor no te vayas tengo que explicarte.

—Déjame explicarte por favor— la agarro de la mano

—Matu no somos nada no tienes que explicarme nada.

Esta herida la lastimé, pero se equivoca es mi esposa.

—Eres mi esposa, déjame hacerlo.

—Yo morí, legalmente no somos nada.

Ese fue un golpe bajo supo darme en dónde me duele, la veo cruzar la puerta y se cierra la abro, la busco por todas partes y no la encuentro, a dónde se fue, trato de llamarla, pero no entra la llamada, jodí todo, todo se jodió, mi celular suena otra vez y contestó la llamada.

—Doctora Adams hasta que contesta.

—Lo siento director estoy arreglando unos problemas, si no es importante puedo marcarle mañana.

—Es importante Doctora Adams, la paciente que atendió en mayo, la que tenía una masa en la matriz ha llegado a urgencias con sangrado abundantemente, necesita una cirugía y tú eres la única especializada en esa área.

—Está bien voy para allá.

—No te tardes.

Voy al carro y le marco, pero sigue sin entrar la llamada.

—Lilith por favor escúchame todo fue un malentendido él me beso— le dejo el mensaje de voz.

Lo sigo haciendo hasta que llegó al hospital, pongo la mejor cara, a pesar de que quiero correr a ella y explicarle otra vez frente a frente.

—La paciente ya se encuentra en el quirófano esperándola.

—Ok gracias.

Me apuro a mi oficina, pongo las cosas sobre la mesa y me cambio de ropa, un último intento, le marco, pero no entra la llamada.

—Doctora Adams la paciente…

—¡Ya voy!.

—Lo siento Doctora.

Salgo y me dirijo a quirófano, me lavo las manos y entró a quirófano, la cirugía se alarga más de lo normal, era un caso difícil, trato de concentrarme, pero los ojos de Lilith siguen apareciendo en mi mente, la misma mirada cuando supo que amaba a Maximiliano.

La misma cuando lo escogí a él y no a ella, algo que jure nunca hacer lo hice falle y falle de la peor manera, sé que no fue mi culpa, pero si solo no me hubiera detenido en hablar con él esto no hubiera pasado, se fue así desapareció y aún no conoce todos los lugares.

¿A dónde fue? ¿Regreso a casa bien?, me imagino miles de escenarios en donde ella sale herida o está tirada por qué no se puede mover , esto no ayuda Matu, solo termina y ve a explicarle todos.

Después de unos minutos terminó de extirpar la masa, cierro y terminó con la cirugía.

—Envíalo patología.

—Sí doctora Adams.

—Gracias por su apoyo— les digo a todos

Salgo del quirófano, le explicó a sus familiares como se encuentra y se ven aliviados, me voy a mi oficina ni siquiera me cambio junto a mis cosas y corro al carro, por favor que esté bien en casa por favor, intentemos otra vez contesta , le marco y suena varias veces, lo prendió solo contesta vamos, genial levantó la llamada.

—Amor antes que digas algo por favor escúchame.

—Lilith está dormida hablemos cuando llegues a la casa.

—¿Ella está bien?— pregunto a Morningstar con temor

—¿Tú cómo crees que está?— me dice molestó

—Yo realmente lo siento.

—Hablemos en la casa.

Me cuelga la llamada, arruine todo lo hice otra vez, simplemente arruine todo en solo unos segundos.

Pisó el acelerador lo más rápido que puedo y solo bastó que un carro se pasará el semáforo para que se estampara en mi auto, es todo.

Mi auto empieza a girar, los vidrios saltan haciéndome cortes en diferentes partes, se detiene mientras estoy de cabeza veo la sangre correr, trato de salir, pero el cinturón está atascado, resiste no te duermas, intenta curarte, veo las luces de un carro acercándose a toda velocidad, ¡no, no, no para, para!.

Mis hijos, Lilith necesito aclarar las cosas con ella no puedo dejarla así aún no se recupera mis bebés son muy pequeños no pueden perderme, por favor ayúdenme.

El recuerdo cuando Lilith gritó mi nombre y supe donde estaba tiene que ser igual para las dos partes, demasiado tarde el carro choca directamente de mi lado.

—¡LILITH ADAMS AYÚDAME!— gritó con mi último aliento.