Recuerdos.

1481 Words
Han pasado tres meses desde que descubrí quien era, Atenea está por dar a luz a su primer hijo o hija querían que fuera sorpresa, puedo ver la cara de preocupaciones de todos se que la última vez que estuvieron así me perdieron a mí. Pero eso no va a pasar estoy segura, el médico es el mismo que me atendió a mí, si conocí la ciudad y todos me miraban extraño, se que por lo que he leído eso era normal desde la infancia de mi antiguo yo, pero aún no me acostumbro a eso. Dixon está emocionado por conocer al próximo integrante de esa familia de tres ahora cuatro aunque lo veo preocupado, ya que no para de dar vueltas en la sala de espera. Mis padres están atentos mirando a la puerta de quirófano, aún no sabemos si será un descendiente o un ascendente o es una mezcla de ambos, solo sabemos que si tiene cualidades. Yo creo que será una mezcla de ambos, ¿por qué lo creo? Bueno algo dentro de mí me lo dice y últimamente he tenido razón en hacerle caso a ese presentimiento, dicen que a lo mejor es una manifestación de mis antiguas cualidades si lo es no tengo la menor idea que sea. —Ya se tardaron mucho, porque no piden informes. —Suegra los partos siempre son tardados más si es natural como el de Atenea créame me dedico a esto. —Sí, no tarda en salir ten paciencia— le digo tratando de calmarla —¡Hay viene mi papá!— grita Dixon Todos nos paramos y lo vemos salir con una sonrisa, una sonrisa que en mis siete años nunca había visto. —¡Es una niña!— grita feliz —¿Cómo están? ¿Están bien?— le dice mi mamá —Si están bien, cuatro grandes kilos y midió 52.5 centímetros. —¿Cuándo la podemos ver?— le pregunto —Dentro de unas horas, les traje un vídeo para que la vean. Nos acercamos y nos juntamos lo más que podemos, vemos a Atenea pujando y luego se escucha el llanto de un bebé, pero después escuchó dos, me alejo y me siento en la silla. Me entran náuseas y me levanto al baño, pero todo parece dar vueltas, hay no esto está mal muy mal, me veo caer en el piso, después se pone todo n***o y escucho la voz de Matu diciéndome que todo va a estar bien. Abro los ojos y siento un dolor terrible, después escucho que la enfermera dice que los latidos están disminuyendo, me dicen que puje ¿por qué voy a pujar? Entonces lo entiendo es el recuerdo de mi parto. De pronto ya no estaba semi acostada, me estaba mirando a mi misma dar a luz a Maya y Liam, veo a Matu apoyándome, después me miro cargando a los bebés y sacándome una luz blanca para ponérselo a los bebés, mi yo del pasado voltea a verme y me acerco a ella. —Sabía que vendrías, cuídalos mucho a todos puede que no recuerdes, pero nuestro corazón si, ya puedo morir sin preocupaciones, sé voy a regresar y estaré con ellos— sus ojos se ven casi blancos, como si no pudiera ver. —Lilith nuestros recuerdos van a volver, pero antes de eso tienes que vivir cosas duras, es nuestra maldición para obtener algo siempre debemos de sufrir, ama mucho a todos y no te detengas nunca, cuida a Lana por mí.— Voltea a ver a Matu El recuerdo se va desvaneciendo poco a poco, siento que caigo a mucha velocidad y después abro los ojos. —Despertaste ¿Estás bien?— me dice Matu —Sí estoy bien. —¿Qué fue lo que pasó?. —¿Cómo está Atenea? ¿Ya podemos ver a su bebe?. —Amor ha pasado un mes. —¡Un mes! Arruiné el parto de Atenea hay no. —No arruinaste nada, esto a pasado antes así que sabíamos qué hacer. —Eso es bueno, tengo que ver a mi sobrina. —Espera, dime lo que pasó siempre que te vas miras algo que viste. El recuerdo aún sigue fresco, pero no se si todo fue real o no. —El llanto de la bebé fue un detonante y miré cuando mis hijos nacieron, fue tan doloroso el parto, pero después me miré de lejos. —¿En serio lo recordaste? ¿Recordaste algo más?. —No nada más, pero Matu ¿por qué no sabía que te llamabas Lana?— le pregunto —Porque ese nombre nunca fue mío siempre fui Matu y lo seguiré siendo. —Vamos quiero ver a mi sobrina. —Ah ah no, aún hay algo más que es. —En serio me conoces bien. —Como la palma de mi mano, entonces qué es. —Sabía que iba a regresar, creo que fue de último momento, pero me dije que estaba feliz de morir ahora que sabía que regresaría, me pidió que los amara a todos y los cuidara, pero también me dijo que iba a recuperar los recuerdos pronto, ahora vamos, ayudarme quiero conocer a mi sobrina. —Entonces por eso estabas tranquila y feliz. —Si eso parece, ya podemos irnos quiero verla— le digo un tanto ansiosa —Ok, ok vamos. Me ayuda a ponerme de pie y me agarra para poder caminar, me siento toda tiesa entonces tengo una maldición, pero quién no sufre para ser feliz es parte del ciclo de vida ¿no?. —Atenea, ¿puedo pasar?— le dice Matu —Sí pasa. Abre la puerta y entramos las dos Atenea trata de no gritar para no asustar a la bebé. —Pensé que había pasado unos minutos, pero fue más perdón por arruinar tu día. —Ya paso, ven para que conozcas a tu sobrina. —¿Cómo se llama?. —Como tú. —Lilith. —No, el mundo no podría con dos Lilith se llama Leslie, ya que fue tu nombre por siete años. La cargó, es tan hermosa, es tan pequeña mis hijos así estuvieron una vez y me perdí eso. —Hola Leslie, es un gusto conocerte al fin, eres una cosita tan hermosa y perfecta— le digo mientras la meso en mis brazos —¿Ya saben que es?. —No, aún no. —Ella es una mezcla de los dos, es tanto ascendente como descendiente. —¿Cómo sabes?. —Solo lo sé, tendrá cualidades de manipulación física, podrá controlar las moléculas, átomos, elementos, y fuerzas físicas también tendrá o podrá hacer metamorfosis lo cual le permitirá cambiar y modelar su cuerpo como quiera y el de las personas— sigo mirando a Leslie. —Interesante es descendiente de un dios egipcio llamado Tatenen dios creador, dios de la vegetación y de todo lo que nace y crece bajo tierra, minerales, aguas subterráneas y de algunos animales— digo todo como si leyera de algún lugar. —¡Por mi diosa!. —Una descendiente griega da a luz a una Egipcia— dice Matu un tanto burlona —Cállate Matu, ¿Qué más ves Lilith?. —Bueno es hermosa— le digo riéndome —No juegues conmigo— me dice molesta —Es la mejor de los dos mundos y sin duda será fuerte, ah. —¿¡Que!?— me pregunta de inmediato —Es hermosa. —Por mi diosa dame paciencia— ¿Quién es su diosa? —Samuel tiene que saber, no todos tienen que saber. Se levanta y sale de su habitación, me le quedó mirando. —¿Así estaban de pequeños nuestros hijos?. —Un poquito más grandes, pero así estaban. —Es tan hermosa, se parece a Atenea, tiene su nariz, sus labios, todo de ella. —Todos dicen que se parece a Samuel. —Para nada cuando crezca ser la misma copia de Atenea. —¿Lo viste?. —No, pero debe de serlo ¿No? Están igualitas. —Hay amor. —Vamos a llevarte con mamá— le digo a Leslie Matu me sostiene del brazo y me ayuda a bajar las escaleras. —Atenea te regreso a tu bebe. —¿Es cierto lo que dijo Atenea?— me dice Samuel feliz. —Sí, eso creo no se porque supe eso mirándola, pero pueden preguntarle a su médico. —Yo si le creo— dice Atenea —Yo también, mamá nunca se equivoca.— dice Estaban —Es cierto eso, tío mi Ita no se equívoca. —Ok, ok solo quería estar seguro.— aclara Samuel —¿Tienes hambre mi niña?— me dice Matilde —Sí, puedes hacerme algo de comer. —Claro que sí, te haré un caldo, no debes cargar tu estómago de inmediato, no queremos que te duela. —Gracias Matilde.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD