capitulo 2

1939 Words
Narra Morgan El sol estaba que quemaba pero nosotros no dejamos un segundo de caminar desesperados, tratando de entender que pasaba a nuestro alrededor. No me di cuenta de que hubo movimiento hasta que Joaquín me paro con la mano y me atrajo hacia él, me tapo la boca con su mano, nos pusimos detrás del árbol. Giré mi cabeza y Vi una chica haciendo un ruido extraño con su boca, como un quejido. Su caminar era raro, como si arrastrará sus piernas, cuando se dio vuelta agradecí que Joaquín estuviera tapando mi boca, su cara estaba toda verde, por parte podrida y por partes bien, se notaban sus huesos a pesar de la ropa sucia llena de sangre que llevaba. Cerré mis ojos y me quedé quieta, sentía como el ruido se alejaba hasta que no lo escuchamos más y ahí me soltó. —Esto no puede estar pasando —dije anonadada mientras me agarre la cabeza. —Se ve que si se puede, debemos ir al pueblo mi padre tiene unas armas —me contó Joaquín. —Creí que era el pueblo más tranquilo —dije con sarcasmo. —Y lo es pero a veces los ladrones agarran las rutas y papá tiene todo su dinero en casa, no confía en los bancos —hablo mirando hacia todos lados—. Debemos estar atentos a nuestro alrededor y hacer silencio, además le gustaba cazar —me dijo y Asentí tratando de no hacer ruido con mis pasos, mirando hacia mi alrededor. Cuando nos acercamos al pueblo empezamos a sentir gritos, de lejos se veía la gente correr, mire a Joaquín y el estaba igual que yo, súper espantado de que hace una media hora estábamos aquí y todo estaba bien, era terrorífico saber que en cuestión de segundos todo puede ser tan destructivo. —Iré a casa por algunas cosas y ver si mi papá está bien — dijo Joaquín. —Yo haré lo mismo, voy a buscar mis cosas y buscaré a mamá aunque lo más probable es que este en el hospital —hablé—. Nos vemos en el aljibe —el asintió. —Ten cuidado —me dijo antes de empezar a caminar. —Tu igual —hablé y sonreí apenas. Empecé a caminar por detrás de las casas con mucho cuidado, mirando hacia los lados en todo momento. Como pude entre a mi casa por la puerta de atrás, busque por todos lados pero mamá no estaba, agarre la mochila más grande que tenía y puse unas mudas de ropa, agarre unas fotos y mi cuaderno con mi laptop. Agarre un poco de comida que había y me puse la mochila en mi espalda, agarre un cuchillo grande que creo que era la mejor arma para defenderme que había en esta casa. Fui hasta la puerta de entrada y mire a mi alrededor, ver cómo dos muertos vivientes se comían a una persona que daba sus últimos alientos mientras gritaba por su vida fue espantoso, horrible saber que un virus puede acabar con la humanidad de las personas. Iba a irme por atrás pero vi a alguien caminando con un ambo de doctor, iba a gritar su nombre pero cuando vi su cara tape mi boca para ahogar el grito, mi madre era uno de ellos y yo no podía hacer nada porque no había solución para esto. Lágrimas cayeron por mis mejillas, mi cuerpo temblaba entero mientras que luchaba para no gritar, me quede por un rato ahí viéndola de lejos con la esperanza de que esto sea un sueño o que haya alguna cura para esta mierda, su comportamiento era igual a el de los demás y todos parecían atentos a su olfato y oído hasta que escuche el grito de una niña que corría por la calle esquivando muertos pero no lo pudo por mucho, mi mama la agarro de el cuello y la levanto por los aires, la niña lucho y lloro pero mi mama mordió su cuello haciendo que sangre brote de ella y en menos de 2 segundos estaba en el suelo con 5 zombies comiendo sus pedazos mientras que yo estaba parada viendo todo, mi mandíbula temblaba a mas no poder y cubrí mi boca para que no se escuche mi llanto, mire por ultima vez a mi madre aunque ya no quedaba nada de ella y me di la vuelta. Camine por el pasillo hasta la puerta de atrás y baje las escaleras pero las piernas me temblaban tanto que caí por ellas, por suerte no hice ruido y alce lo poco que se cayo al suelo. camine por inercia hasta el punto de encuentro hasta que sentí un motor de un auto acercarse y si, efectivamente era Joaquín que venia rápidamente en un todo terreno color n***o. negué con la cabeza y subí cuando me abrió la puerta, puse la mochila atrás y vi que tenia los ojos hinchados y rojos. —Malas noticias —lo mire y asintió—. Estamos iguales —agache la cabeza y mire al suelo conteniendo mi llanto que quería explotar como mi pecho. —¿La viste? —asentí y el sonrío con dolor—. Yo igual, se estaba comiendo a Dary —lo mire asombrada, Dary era el dueño de la cafetería, el hombre mas bueno del lugar. —¿Sacaste las armas? —le pregunte queriendo sacarme el tema de la cabeza y asintió—. Yo traje algo de comida ya que no había mucho en casa. —Yo traje algunos bidones de nafta que había en casa de reserva, traje algunos enlatados, colchas y mucha agua, también unas linternas —respondió mientras manejaba. —Pensaste en mucho, pero ahora cual es el plan —lo mire sin saber que hacer. —Ir por tu padre ¿no? —lo mire asombrada pero asentí—. Deberías habla con el, llámalo y dile que iremos hacia allí, depende de como este el camino es el tiempo que tardaremos Agarre el celular y lo prendí, busque el número de papa y apreté el botón de llamar, al primer tono me respondió, como si estuviese pegado al teléfono. —Hija hija ¿estas bien? —se lo notaba nervioso. —Hola papa, estoy bien —hable angustiada. —Dios santo, estaba tan preocupado que hasta pensé en manejar hasta allí para buscarte —dijo acelerado—. ¿Cómo se enteraron de lo que pasaba afuera?. —Vi tus mensajes con un amigo y cuando volvimos al pueblo ya estaban aquí, hacia varios días que empezó a desaparecer gente y a encontrar otras personas comidas por lo que parecían animales —le comente. —¿Tu madre esta bien? —dijo y me quede callada sin saber que decirle—. Morgan ¿Dónde esta tu madre?. —Ya no esta, fui a casa a buscar unas cosas y la vi papá, es una de ellos —dije y me rompí en llanto. —Lo siento tanto hija, como quisiera estar contigo preciosa —limpie mis lágrimas y trate de tranquilizar mi respiracion—. ¿Con quien estas?. —Con un compañero de colegio —suspire —. Vamos en auto, iremos a buscarte pero no sabemos en cuanto llegaremos pero lo haremos —le asegure. —Esta bien hija, tengan mucho cuidado y cúbranse la espalda —dijo mi padre y luego corte la llamada. Joaquín no dijo nada pero si me paso una botella de agua que recibí y tome de un trago, abrí la ventana y la tire a la calle, tantos años siendo la chica que se quedaba con los envoltorios y papeles hasta que hallaba un basurero para que llegue una apocalipsis zombie a salvar el planeta de cierta forma. El camino estaba desierto ya que ni siquiera había autos en el camino, mire a un costado y vi el campamento de los soldados, le toque el hombro a Joaquín para que me prestara atención —Ahí debe haber muchas armas y municiones —dije. —Y comida, gasolina también pero puede haber muchos zombies —me respondió. —No creo que los zombies le hayan ganado a los militares por algo tienen entrenamientos y saben escapar o esconderse y esas cosas —Joaquín señalo el cielo, un helicóptero despegaba con varios zombies colgados en las barandas, tanto que termino cayendo y explotando. —No es buen plan —dijo Joaquín miró como la escena sufriendo. —Para nada —reí apenas y seguimos con nuestro camino. Algunos zombies aparecieron por el camino y mi compañero no dudo en pasarlos por arriba, para lo único que frenamos fue para comer algo, cargar gasolina e ir al baño en una gasolinera. Joaquín me dio un arma bastante grande aunque era la mas chica que tenía, no practique pero si me explico lo de el seguro, como cargarla y demás. La noche estaba muy oscura y los caminos sin iluminación no ayudaban mucho para ver, Joaquín prendió los faros que estaban en el techo pero también llamaba mucho la atención, estaba manejando yo pero no durmió nada ya que en esta oscuridad debíamos tener el doble de ojos para no sufrir algún tipo de encontronazo. —FRENAA —me grito de repente y por suerte apreté donde debía mientras cerré mis ojos con fuerza y el auto rechino para frenar tan de golpe a pesar de que no íbamos muy rápido. cuando los abrí de repente Joaquín miro hacia los costados y salió con su arma, adelante de la camioneta había un niño de unos 7 años, yo abrí mi puerta y me pare sobre la baranda para subir y vigilé a los alrededores de que ningún zombie aparezca para sorprendernos. —Revísalo —hable mirando hacia el oeste, viendo como los pastos altos se movían levemente, vi como unas cabezas aparecieron rápidamente y entendí todo, el niño era una distracción para robarnos—ES UNA TRAMPA —grite con todas mis fuerzas, saque el seguro y empecé a disparar hacia todos lados como una loca mientas que Joaquín empujo al niño y corrió al auto también disparando en la dirección donde yo lo hacia, cuando escuche su puerta cerrarse entre y cerré la mía acelere con toda y salimos rápidamente en el auto. —No puede ser, mi corazón casi se sale del pecho —grito Joaquín—. Cuanta adrenalina —reímos los dos. —No debemos parar en la noche por nadie, ni un niño ni una embarazada, no creo que haya mucha decencia en las personas aunque solo hace 1 día estamos en un apocalipsis —dije y el termino de hablar. —Ni en el espíritu santo vamos a poder confiar —suspiro—. Eso estuvo cerca, gracias —me miro—. Si no hubieras vigilado no se que hubiera pasado, que bueno que aprendes rápido hábil conductora —rio y me contagio. —Se siente bien un poco de aventura luego de vivir en Green bank sin emociones ni diversión ni internet por supuesto —me sincere. —Tu porque estabas sola y no te integraste, siempre había buenas fiestas en la biblioteca o en la plaza de el condado —se burlo. —Si que gracioso —reí sarcásticamente—. Creí que eras un idiota pero me caes bien y tenías armas creo que eras el mejor compañero de ese maldito pueblo para una situación como esta. —Nos salvamos el trasero mutuamente, somos compañeros de apocalipsis, yo puedo ser Rick y tu la negra de rastas—rio bromeando.
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