Ella camina por los pasillos, agarrando las paredes. Incapaz de caminar correctamente. Su cuerpo era frágil y cansado. El hambre empeoraba aún más su condición. Ella ve las celebraciones en pleno apogeo en la planta baja, con el personal corriendo decorando y preparando. Hoy era el día. Su compañero iba a elegir a otra persona, rechazándola. Cuando la noche anterior la había tomado como su compañera. Abriendo su cabello, recogido en un moño sobre su cabeza, lo usa para cubrir su cuello y hombros, ocultando la evidencia de que ha sido reclamada por el rey. Un aliento tembloroso sale de sus labios mientras siente su visión nublada. Estaba demasiado débil. Pero si alguien la nota y la ve así, señalarán más con el dedo hacia ella. No... No puede permitir que eso suceda. Tragando saliva