El campanario de la iglesia resonaba, salieron de la capilla de San James, Ryan estaba serio, se cumplía un año de la muerte de Emma, despidieron a los conocidos y ellos fueron al despacho del abogado, las niñas se quedaron en casa.
El abogado se apuró a leer el testamento, que se había leído un año después por disposición de la difunta señora Kareman, era voluntad de Emma Huldrey dejar toda su fortuna personal repartida en tres partes iguales, y la fortuna sería administrada por Ryan Kareman
—La señora Emma ha dejado divida su fortuna de la siguiente manera; el treinta y tres por ciento para Brisa Kareman, el treinta y tres por ciento para Mar Kareman y el otro treinta y tres por ciento restante se quedará designado para el primer hijo que usted tenga con Ángela Collins, de lo contrari
