Cuando volvieron a Roshyn Du, Rufina las dejó cerca de casa, pero el sonido de la policía las alertó, un oficial indicó a Rufina que bajara del auto, iban a llevarla detenida, hizo caso y Oriana lloraba, mientras Ángela exigía una respuesta, no pudo esperar mucho, porque Sara llegó explicando que era la causante de esto
—¡Cómo te atreves! —exclamó Ángela, enfrentándola con fuerza, provocando algo de gusto en Rufina
—Estarás feliz, ahora, mujer maligna —dijo Sara a Rufina, quien le regaló media sonrisa
—¡Oh, sí, claro que sí! Ya ves, tu propia hija no te quiere, y llegará el día en que vendrá conmigo y no querrá verte más, tú sabes porque, ¿Verdad? —esas palabras que solo escuchó ella le dieron un miedo atroz.
Rufina fue llevada detrás de los policías en su propio carro, Sara le había a
