Capítulo XXV: La última voluntad de Emma

1981 Words

Pasaron dos largos días, aunque Albert comprobó que Emma no tenía un sangrado gastrointestinal, no era algo beneficioso, tenía una severa anemia, su presión arterial estaba descontrolada y su oxigenación era baja. La enfermera se quedó a su cuidado y ese día Albert viajó a arreglar unos pendientes en el hospital de Glasgow, y después volvería para quedarse por tiempo indeterminado en la mansión Kareman, todo para atender a Emma. Emma había prohibido que las niñas la vieran, su estado era deplorable, parecía haber perdido mucho peso, su palidez era innegable ya no usaba la peluca, pues su cuero cabelludo estaba muy reseco, le causaba malestar. Effie le daba de comer, pero Emma no podía, ya no retenía los alimentos, vomitaba sin poder evitarlo —Ya no quiero, déjame —sentenció—. ¿Dónde est

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