La respiración de Ryan era rápida al observar la figura sensual frente a él, sus ojos la admiraban de pies a cabeza y le pareció que era más hermosa aún desnuda. Sacudió su cabeza, volviendo a sus tormentosos pensamientos, debía resistir, Emma estaba a unas habitaciones de distancia
—Debes irte, no… no es correcto —titubeó al sentir su m*****o viril palpitar en sus pantalones, el deseo estaba dominándolo y creyó que no podría resistir por mucho tiempo
—¿Qué tiene de malo? Sé que me deseas, tanto como yo a ti, lo he sentido, ¿Por qué no simplemente tomas lo que quieres? —dijo con voz sexy, mirada tentadora, mientras tocaba su cabello con aire de ingenua
Ryan no podía creer sus palabras
—¡Vete de aquí, Ángela! No quiero hacerlo, no lastimaré a nadie —dijo pensando en Emma
—Nadie tiene q
