Iba silbando la quinta sinfonía de mi amigo Beethoven por el pasillo, mientras me acercaba a mi casillero para dejar los libros allí antes de ir a la siguiente clase. Hoy debo decir que estoy muy responsable, no he llegado tarde a ninguna clase y he ido a todas. Debo tener algún tipo de problema, o algo en mi cerebro no está haciendo conexión. Vi como mi prima caminaba hacia a mí, pero no me había visto. —Cher—la llamé. Ella levantó la vista y me miró. — ¿Qué haces tontín? —me preguntó. —Busco unas cosas —le dije y miré a su alrededor para ver si estaba Emery. Desde que se encontraron habían estado hablando y yo no tuve tiempo de agarrar a mi prima y preguntarle de dónde demonios se conocían — ¿Vas a contarme de donde conoces a Emery? —Aaaaaaaw, juro que aun no puedo creer que ella es