Novia sustituta

Fue tu esposo

—¿Como es posible esto, papá? —cuestioné, mirando a mi padre que yacía en una camilla de hospital con un yeso en su mano.

—No es nada grave —fue lo que me respondió él, evitando mi mirada. Miré a mamá buscando respuestas también en ella.

—Ya oíste a tu papá, solo fue un accidente que tuvo, no te preocupes —contestó, palmeando mi hombro con una sonrisa nerviosa.

Miré a Rosa que estaba con nosotros en la sala, y permanecía callada, con un cabeceo me invitó a que saliera de la sala.

Cuando llegué al hospital a ver a papá, ellos estaban nerviosos, y no me dijeron exactamente lo que le pasó, eso de seguro dejará inútil a papá por unos días.

Y lo que me resulta extraño es que él hoy no estaba a la defensiva conmigo, más bien me evadía.

—¿Tú me lo vas a decir? —le pregunté a Rosa directamente, cuando llegamos al pasillo.

—Ellos te dijeron que fue un accidente, Jen, no es nada grave —afirmó lo mismo que mis padres.

—Pero por alguna razón siento que me están mintiendo, y más con esas actitudes tan sospechosas que se cargan hoy.

Ella vaciló por un momento, antes de mirarme decidida.

—En realidad, hay algo que te están ocultando —empezó. Sabía que algo ocultaban con esas actitudes.

—Dime de qué se trata —exigí

—No le reclames nada a ellos, ni tampoco digas que yo te lo dije —ella se acercó, como si me fuera a contar un secreto —. Donan tiene que ver con que papá esté lesionado de su mano. Fue tu esposo.

—¿Que? —fruncí el ceño severamente —¿Por qué dices eso?.

—¿Donan vio el golpe de tu cara ayer?.

—Ah, si. No pude ocultarlo bien con maquillaje, y se dio cuenta. De todos modos lo iba a ver, sin embargo, no entiendo que tiene que ver eso con que mi padre esté lesionado.

—Donan le dió una lección por haberte golpeado ayer, por eso mamá y papá te lo están ocultando, hasta Leonel y yo. Es por la advertencia de tu esposo.

Eso me cayó como balde de agua fría, entonces recordé la conversación de ayer:

—No lo volverá a hacer —me dijo, con un tono de voz cálido, pero no lograba comprender lo que decía.

—¿Que cosa? —pregunté, confundida.

—Nada.

Entonces a eso se refería, que mi padre no volverá a golpearme, ahora comprendo lo que quería decir.

—Hmm, entiendo —gesticulé, con la mente perdida.

—Déjame preguntarte algo, ¿Donan y tú se llevan bien? Digo, es un matrimonio que se llevó a cabo repentinamente, sin embargo, ¿No han construido un vínculo?.

—Lo que en verdad quieres saber es si hay afecto, ¿No es así?.

—Bueno, para resumirlo, sí.

¿Afecto? ¿Amor? ¿Algo de cariño? No sé cómo decirlo, no puedo explicarlo. Por mi parte si puede haber todo el cariño del mundo, pero por parte de Donan...no lo sé, sus comportamientos son muy extraños últimamente, se comporta distante, aveces trata de acercarse, se preocupa por mí, pero cuando hablamos, o estamos cerca, es seco, y vuelve a ser frío. En sí no sé con exactitud cuáles son sus sentimientos por mí.

—No creo que hayan sentimientos de por medio —respondí con seguridad. Eso es lo que él me ha demostrado.

—Pero...¿Y tú?.

—¿Yo? Recuerda que es un matrimonio casi a empujones, no hay nada.

Tengo que mentir acerca de mis sentimientos, eso es una debilidad que incluso escondo de mi propia familia, hasta del propio Donan, nadie debe saber que yo estoy enamorada de él. Y lo mantendré así, no pretendo ser débil delante de la gente.

—Entiendo, debe ser difícil para ti seguir con todo esto, hablaré con papá y mamá para tratar de convencerlos acerca del divorcio.

Eso será imposible, pueden perder una pierna, pero jamás darán un brazo a torcer.

—No te esfuerces en vano, eso no pasará. Sabes que ellos no van a desistir, y Donan tampoco quiere divorciarse de mi.

—¿Que? ¿Lo dices en serio?.

—De eso hablamos esta mañana, y su respuesta fue un NO, así que...

—Pero...esa mujer volvió, y por lo que dicen las malas lenguas, ellos...

—No. Donan me dijo que no tienen nada —obviamente no le creí, pero no puedo decirle todo eso a Rosa —. Eso son solo rumores, Rosi, recuerda que todo el mundo sabe de quién era el puesto primero.

—Ella lo abandonó.

Claro, por culpa de mis padres. Ya que ocurrió este incidente con papá, no pude hablar con ellos. De todas formas Donan no está dispuesto a darme el divorcio, lo dejaré para otro momento.

—No me importa lo que haya pasado con esa mujer, ahora ella trabajará en la empresa también.

—¿¡Que!?.

—Eso me dijo Donan.

—¿Y estás así de tranquila?.

Si supieras Rosi, que lloré mucho anoche por eso, pero no puedo hacer nada.

—No es mi decisión, si Donan la acepta en la empresa, es su problema, no el mío.

—Jenny, van a haber muchos rumores, ¿Te imaginas? La esposa y la ex novia en la misma empresa, además que fuiste la sustitución de ella, ¿Donan no pensó en ti? Leonel tiene razón, no te merece.

—No quiero hablar de eso, Rosa, ya tengo suficiente. Mejor dile a mamá que tuve que irme, hay mucho trabajo que hacer.

Con eso concluí, y me marché del hospital. No me gusta hablar de esos temas con nadie, ni de Morgan, ni de lo que tenía o tiene con Donan, ni que soy la sustituta, ni que si hay amor o no, ya nada debe de importarme, solo ignorar y ponerle una venda al corazón como lo he estado haciendo hasta ahora.

Sin embargo, hay algo que me dejó inquieta, y fue la acción que hizo Donan contra mi padre, lesionar su mano solo porque me dio una bofetada, fue demasiado lejos. Ahora mi padre estará inútil por varios días o más, sin embargo, por primera vez siento que Donan me defiende, sacando a Rosa y a Leonel que son como mis ángeles guardianes.

Me defendió, ¿Por qué lo hizo? ¿Será porque le grité ayer que recibí un golpe por la cuestión del divorcio?.

Un momento...yo nunca le dije que había sido mi padre quién me dio la bofetada, también pudo haber sido mi madre, pero, ¿Como supo él que fue mi padre?.