El sol se ocultó dándole paso a la hermosa luna. Llegué a casa primero que Donan, aveces se queda hasta tarde en la empresa por el exceso de trabajo. Y pues hoy decidí llegar temprano, quizás para no verlo.
—Señora, ¿Desea que le sirva la cena? —me pregunta Ana al llegar.
—No es necesario, Ana, tomé la cena por fuera —mentí —puedes preguntarle al señor cuando llegue. Iré a tomar un baño.
—Como diga.
La verdad no tengo apetito, últimamente no tengo la mente tranquila y lo único que quiero es relajarme.
Subí las escaleras y fui directo a la habitación. Me apresuré a tomar una toalla del clóset y fui al baño para meterme a la tina que llené de agua con mucha espuma. Un baño relajante es lo que necesito.
Me desnudé por completo y me metí en la bañera, cerré los ojos relajando mis m
