Isaac gimió y apretó sus ojos con fuerza cuando comenzó a recuperar la conciencia, ganándose con ello un fuerte dolor de cabeza que cubría todo su cráneo, iniciando en su nuca.
Confundido y muy desorientado, el alfa abrió lentamente sus ojos y forzó un suspiro a salir mientras los volvía a cerrar al contemplar solamente puntos negros. Cuando los volvió a abrir, parpadeó un par de veces hasta que finalmente pudo enfocar en el cielo anaranjado y las ramas de los árboles que estaban sobre su cabeza.
Sintiendo su cabeza palpitar, Isaac se fue incorporando con cuidado, observando confundido su alrededor.
¿Dónde se suponía que estaba? ¿Cómo había llegado ahí? ¿Qué había ocurrido?
Tomando una profunda respiración mientras se quedaba sentado en el suelo unos minutos más, Isaac trató de pensar
