Vi a mi madre preparando la comida detrás de la barra americana de la cocina. Sabía que en cuanto me viera me llegaría un denso discurso sobre lo que pasó dentro del cuarto de Milagros. Diario de Cuarentena: *Inicia el operativo “Desayuno”*. Me moví con sigilo, para que ella no me notara. La misión consistía en llegar hasta la heladera, agarrar la leche y luego, con mucho cuidado, revisar la alacena de la cocina y encontrar la caja de cereales. Era una misión prácticamente imposible; pero Selene parecía muy ensimismada en su tarea. Avancé manteniendo mi espalda pegada a la pared del comedor, miré a Selene de reojo, estaba a mi derecha mirando fijamente los vegetales que estaba cortando. Si yo entraba a la cocina en ese momento, ella notaría el movimiento con su visión periférica. Agua