No pude ver exactamente lo que hacía Priscila, pero sí noté que ya estaba pasando su lengua por distintas zonas de los pechos de Selene. Conseguí sacar el plug completo y en ese momento mi mamá comenzó con su relato. ―Esto pasó una tarde en la que yo salí a caminar con un vestido de verano corto y una blusa muy escotada. Uno de los ayudantes del taller me vio pasar y me hizo señas. No hace falta que les diga su nombre, al fin y al cabo no lo conocen. Solo basta con decirle que, a pesar de que yo había tenido experiencias sexuales con algunos de los mecánicos, éste nunca me había puesto una mano encima. Por eso accedí a su invitación para “charlar”. Me llevó al cuartito trasero del taller, donde yo ya había estado más de una vez… ―Mmm… eras la puta del taller ―dijo Priscila. ―Es una form