―¿No te parece que ya somos demasiados? ―La pregunta llegó desde mi cuarto, Jessica apareció vistiendo una sencilla remera rosa que le marcaba mucho los pezones y un short de jean que había visto mejores épocas―. Las habitaciones ni siquiera alcanzan para los que estamos. ¿Dónde se va a quedar a dormir esta chica? ―En la pieza de Camila ―dijo Milagros, con total naturalidad―. ¿Dónde más? En ese momento Camila miró a Selene fijamente. ―Así es ―dijo mi mamá―. Se puede quedar en tu cuarto. ―Mamá, ¿vos sabés lo que eso significa? ―Preguntó Camila. ―Sí, sé lo que significa. Brenda se puede quedar… siempre y cuando vos quieras que se quede. ―Por supuesto que quiero que se quede ―respondió Camila―. Pero… nena ―miró a Brenda―. ¿Por qué viniste? Es decir… o sea… ay, no entiendo nada. ―Tranqu