Las siguientes imágenes se volvieron más pornográficas. Vimos a Camila desnuda, de cuerpo completo, y luego varios primeros planos de su concha. Milagros tenía razón: era perfecta. Sentí un poco de celos de ella, porque pudo chupar esa concha. A mí me gustaría hacerle mucho más que una chupadita. ―Uf… es re linda. Hasta a mí se me está calentando la cachucha ―dijo Priscila. ―Y si ya te estás calentando, ¿por qué seguís con la tanga puesta? ―Preguntó Mila. ―Porque… no sé… es que…. ―Es que nada. Nosotros ya estamos desnudos. Estamos en confianza. ¿Cuál es el miedo que tenés? ―Sabés que yo no me siento cómoda con mi cuerpo. ―¿Y sabés que a Mateo se le para la chota si te ve en concha? ―Bueno, eso es cierto… lo pude comprobar. ―Y después de la chupada de concha a Camila, y todo lo qu