Para peor, ella estaba con un pantalón de jogging que hacía que se sienta aún más la v***a dura de su chiquito, que ya no lo era tanto. Así estaban cuando sintió que las manos de él empezaban a subir a sus tetas. Selene las agarró para detenerlas, pero él hacía mucha fuerza y le costaba. Ella se dejó hacer y cuando sus manos se apoyaron sobre sus tetas empezó a mover el culo con más ganas y él lo notó. — Mmmmm, mamiiii — Solo juguemos así un poquito, ¿sí? — Mmmmm, siiii — le amasaba las tetas a su mamá por encima de la remera — Mmmmm, que dura se te pone… — ¡Viste! Una mano de él baja a desabrochar el cinturón de su pantalón de colegio. Mateo sabía que si sacaba su v***a su madre no iba a poder contenerse y al menos iba a terminar logrando algo. —