—No sabía que vos sentías lo mismo que yo —le dije, casi al borde del llanto. No creí que lidiar con el amor fuera tan complicado. —Claro que sí, sonso. ¿Acaso no te diste cuenta que te buscaba a cada rato? Y no solo para coger… ¿cuántas tardes nos pasamos jugando con la Play? Me encanta pasar tiempo con vos. En ese instante fui consciente de que Paola y yo habíamos pasado muchas horas juntos, sin siquiera quitarnos la ropa. No es solo sexo lo que hay entre nosotros. De verdad podemos disfrutar de la compañía del otro. —Es cierto —dije. —Uno de los motivos por el cual empecé a jugar videojuegos, además del aburrimiento, fue para conocerte mejor. Incluso te robé algunos comics y libros, sin que te dieras cuenta. Quería saber por qué te gustaban tanto. Quería conocerte mejor. Además… cua