―Por el mismo motivo que explicó Milagros para Mateo: va a llegar un punto en el que me va a resultar natural estar desnuda frente a ustedes. Eso me va a dar más confianza en mí misma. Y si alguna de ustedes quiere colaborar, quitándose la ropa, lo voy a agradecer mucho. No me voy a sentir tan rara al andar desnuda. ―Yo no tengo problema en andar desnudo frente a ustedes ―no era del todo cierto, aún me inhibe un poco; pero lo vi como una forma de apoyar a Priscila―. Y eso que soy el único que no tiene concha. Siempre me voy a sentir raro estando desnudo frente a ustedes… o tal vez no. Tal vez Milagros tiene razón. ―Yo apoyo totalmente la moción ―dijo mi tía Tamara. Acto seguido se levantó y de un tirón se sacó la tanga violeta que tenía puesta. Pude ver su hermosa concha, de carnosos l