Una vez más, su novia obedeció, cruzó por encima del cuerpo de Camila y se tragó mi v***a otra vez. La chupó mientras yo me masturbaba. ―Acordate de lo que te expliqué ―dijo mi hermana―. Chupale la punta de la pija, así lo vas a hacer acabar más rápido. Brenda lo hizo. Su lengua se volvió loca contra mi glande. Yo empecé a masturbarme más fuerte. Me sacudí la pija todo lo que pude hasta que, por fin, sentí como el semen se preparaba para salir. En ese momento aparté a Brenda con gentileza y dejé salir toda la leche. Fue un desastre. No tenía planeado que el semen saltara de esa manera. Hubo varios lechazos que terminaron en las tetas de Camila, esos fueron los mejores, pero también hubo otros que no pude controlar muy bien y terminaron cayendo sobre su mejilla… o peor aún, sobre su bo