―Algo así. Creo que todas intentamos ayudar un poco a Mateo en esta situación. Seguramente estaba teniendo una charla sobre sexo con Priscila y… bueno, se le puso dura la v***a. Quizás salió de la pieza con la idea de hacerse una paja en el baño… y justo se cruzó con vos. ¿Sabés lo difícil que es para Mateo encontrar un lugar en esta casa donde pueda hacerse la paja tranquilo?
―Es cierto ―dije, no me daba vergüenza hablar de mis prácticas masturbatorias después de todos los papelones que pasé con Brenda―. En especial teniendo en cuenta que mi pieza está ocupada por mi prima.
―¿O sea que vos no tenés pieza propia? ―Preguntó Brenda.
―No, no tiene ―respondió Camila―. Por eso nos apiadamos de él y no le criticamos nada cuando lo vemos por ahí con la pija dura. Es el único hombre de la casa,
