Ayer se cumplieron dos años desde que me puse de novia con Lorenzo, y el fin de semana llegaría mi cumpleaños número veintiuno. Esto me tenía especialmente de buen humor, aunque por lo general suelo estar contenta. Al mirarme al espejo, en ropa interior, me sentí bien conmigo misma. Pensé que, con todo lo que estuve comiendo últimamente, iba a engordar; porque siempre tuve esa tendencia. Sin embargo mi cintura lucía más o menos igual que los últimos meses. No llego a ser rolliza, pero si algo corpulenta y caderona. Mi cuerpo quedó mucho más estilizado luego de unos meses de gimnasio. Eso me llena de felicidad. Mis sutiles curvas pasaron a ser curvas prominentes. Ahora están mejor definidas, y mis glúteos más firmes y con una forma redondeada casi perfecta. Sí, soy culona y me acompleja