—Oye Valeria— dijo en voz baja, volviéndose a mirarla a los ojos— ¿Por qué no empacas una de esas bolsas de lona tuyas esta noche por si acaso? —¿Por si acaso qué?— preguntó ingenuamente. Él movió las cejas y la miró con los ojos lascivos. —Oooh, quieres decir que deseas que vuelva a casa contigo esta noche y posiblemente... —Tenemos mucho de qué hablar. Algunas cosas que quiero que sepas —¿Realmente? Por favor, no sientas que te he obligado a compartir detalles íntimos sobre tu vida personal conmigo si no te sientes cómodo con eso. Como dije, no estoy segura de cuánto de mi propia historia familiar lo hubiera compartido si no nos lo hubieran impuesto tal como fue en ese caso. —Mi querida Vale, he compartido mi cuerpo contigo, quiero compartir mi vida también Ella asintió, besándolo