Al día siguiente, Micah se despertó solo y descubrió que Rose se había ido; se sentó y se masajeó la sien para minimizar la resaca que tenía. No necesitaba recordar lo que pasó anoche porque mirar su cuerpo desnudo ya lo decía todo. Se bajó de la cama y se fue al baño a ducharse, luego se vistió y se fue a la cocina a prepararle el desayuno. Esperaba que Rose bajara y se uniera a él como solía hacerlo, lo último que quiere es anoche poner fin a su amistad o lo que sea ahora después de anoche. Micah miró las escaleras y cuando no la vio, se preocupó; dejó de cortar la verdura y se acercó al fregadero para lavarse las manos. Se secó las manos en el delantal que llevaba antes de quitárselo. Apagó la cocina, salió de la cocina y subió las escaleras. Se detuvo ante una puerta y sin llamar; Abr