•Capítulo 1| Adolescente rebelde.

2302 Words
Señores pasajeros del vuelo 182 con destino a Los Ángeles, por favor, desembarcar por puerta diez. Esto no puede estar pasando. Junto con mi padre y mi hermana nos dirigimos hacia donde nos indicaron hace unos momentos por alta voz, nuestro vuelo acaba de aterrizar en la ciudad de Los Ángeles, California. —Alai, apresúrate ¿Quieres? Suspiro agotada corriendo detrás de mi padre con mis maletas, por empezar yo no quería venir a esta mugrosa ciudad, era feliz en New York junto con mi mejor amigo y mi hermana. Estamos aquí por mi "mal comportamiento", papá dice que tengo que alejarme de malas influencias si quiero tener un futuro prometedor, según él, aquí tendré la posibilidad de empezar desde cero, nuevas personas, nueva escuela, aire fresco. —¡Quiero volver a casa! —protesto. —Esta es tu casa ahora, deja de lloriquear —mi hermana Britney me lanza una mala mirada. —Nadie está hablando contigo, cierra la boca. —¡Niñas basta! Quiero buscar nuestro equipaje en paz, subir al auto en paz, y empezar, de una vez por todas, a vivir en paz. Maduren. Mi hermana y yo nos mantenemos la mirada desafiandonos durante unos segundos. Salimos directo al estacionamiento del aeropuerto, el Jeep nuevo de papá ya estaba allí estacionado. Él se encargó de firmar papeles, dar el primer pago del auto y cuando todo terminó salimos rumbo a una nueva vida. Papá nos trajo a Los Ángeles, como ya dije, por mi mal comportamiento. Desde los trece años me la he pasado haciendo desastre, me salteaba clases, le faltaba el respeto a mis maestros, me molía a golpes con chicos más grandes que yo, jugaba bromas pesadas, etc. Mi padre de cansó de hablarme, de firmar suspensiones en mi antigua escuela y de que no lo escuche cuando me habla, así que a los catorce años me metió a un internado, un especie de colegio pupilo que tenía reglas estrictas y solo tenía permitido ver a mi familia y amigos los fines de semana, eso sí mis calificaciones era buenas y cumplía con cada requisito que ellos pedían. Obviamente me escapé a las pocas semanas. Hoy, con diecisiete años y con la misma actitud de siempre, la única solución que encontró fue alejarme de toda esa vida y de Parker, mi mejor amigo. Según el: mi peor mala influencia. —¿Falta mucho? —protesto desde el asiento trasero. —¿No piensas cerrar la boca en todo el viaje, verdad? —contesta mi hermana. —Tu cierra la boca. Britney es mi medio hermana, se podría decir. Tenemos la misma edad solo que ella es mayor por unos cuatro meses. Britney comenzó a vivir con nosotros cuando cumplió los siete años, papá no sabía de su existencia hasta que ella lo buscó y le contó su historia. —¡Britney, deja de molestar a tu hermana! Y tú, deja de faltarle el respeto —me advierte. La madre de Brit es una prostituta, en una noche de trabajo conoció a papá, si, el aún estando casado con mi madre. La mujer quedó embarazada y mi hermana nos contó que su madre siempre le remarcó que jamás quiso tenerla, pero que vio una luz de esperanza en dejarla vivir, cuando cumplió los cinco años, salía a los trenes y calles a pedir dinero para comer, pero casi nunca comía ya que su madre gastaba todo en drogas. —Papi, quiero volverme a New York —Brit suspira cansada—. ¿Por qué tengo que pagar yo por lo que hace Alai? Mi vida era perfecta. —Porque a pesar de todo somos una familia, donde va un Dalleris vamos todos. —Extraño a mis amigos —la cabeza de mi hermana baja un poco, desde los asientos traseros puedo ver cómo juguetea con sus dedos. —Harás nuevos amigos, princesa. Sabes que eso jamás fue un problema para ti. Y es cierto, vaya que es cierto. Britney es una chica muy especial, su personalidad la destaca del resto y a eso sumenle su cuerpazo. Mi hermana parece una muñequita, sin mentirles, su cintura es chiquita, su trasero es gigante, sus cenos son de perfecta medida y su rostro, Dios, su rostro es perfecto también. Sus ojos son grises al igual que los míos, pero sus pestañas naturales son largas y curvadas, sus cejas perfiladas, nariz pequeña y labios carnosos. Es una preciosura. En cambio yo soy un completo desastre. No me siento "fea" o poca cosa, pero hay una enorme diferencia entre mi hermana y yo, y eso se nota a kilómetros de distancia. Somos polos completamente opuestos, Britney se viste fina, con elegancia, estilo y gracia. Mis atuendos se basan en jeans, remeras y zapatillas. Su cabello es largo y siempre está peinado, el mío no. Usa maquillaje 24/7, yo con suerte me lavo los dientes por la mañana. Somos hermanas completamente distintas. —Niñas, llegamos a casa. Bajo del auto sintiendo mi trasero acalambrado, necesitaré un marcador para dibujar mi raya de nuevo. Bajo mis dos maletas del maletero y camino unos pasos hacia la entrada de la casa. —¿Que dicen? —nos pregunta emocionado. —Es muy bonita —mi hermana contempla la estructura con fascinación. —En esta casa viví los primeros años de mi juventud, fue un regalo de mi padre, su abuelo —nos cuenta papá emotivo—. Aquí conocí a tu madre, Alai. En esta ciudad. —¡Apresurense quiero verla! —Brit ignora por completo lo que mi padre nos estaba contando, al parecer cambio de opinión con respecto a volver después de ver la casa. Toma mi mano y me obliga a correr junto con ella, introduce la llave en la puerta y me observa unos minutos, abre y vuelve a tomar mi mano. —Wow —me quedo perpleja observando todo. Lo primero que vemos en un living, hay sillones que lo adornan formando un círculo y con una mesa en el centro, a nuestra derecha hay una escalera que supongo va a las habitaciones, al fondo se encuentra la puerta a la cocina y un baño. Un pequeño balcón interno se asoma por el costado de las escaleras y debajo, en el primer piso, está la puerta al patio trasero. —Diablos —Brit observa la casa de la misma manera que yo. Asombrada. Estamos acostumbradas a casas de este estilo, pero vamos, esto superó nuestras expectativas. —Vayan a ver sus habitaciones, niñas —papá nos entrega una juego de llaves a cada una—. Son tres llaves, una de la puerta principal, una de sus habitaciones y otra de la puerta que da al patio. Por si las dudas. Tomo mi juego de llaves y subo las escaleras con mi hermana detrás. —Alai, la tuya es la del final del pasillo —papá me guiña un ojo. Asiento caminando tranquila hacia donde me indicó él, coloco la llave, giro y abro la puerta. La habitación es perfecta. —Creo que Mateo te conoce lo suficiente —Brit entra primero. —Si, tu pasa tranquila. —No empieces ¿Quieres? La habitación es grande, sus paredes están pintadas de color azul marino, la cama es de dos plazas con un edredón blanco, almohadas en distintas tonalidades de azul, negras y blancas, hay un baño personal y junto a este un vestidor, sillones, una televisión, un escritorio y un ventanal que da al balcón externo. —Creo que no me verán fuera de esta habitación durante un largo tiempo —bromeo. Britney ríe y recorre todo de punta a punta. Mi padre interrumpe en mi cuarto con mis maletas y me ordena que guarde todo en su lugar. Una vez que ellos salen de mi habitación cierro la puerta y busco mi teléfono en la mochila. —Abandonadora de mejores amigos ¿Cómo estás? —Razón por la cual deba abandonar a mi mejor amigo ¿Bien y tú? Parker ríe del otro lado del teléfono. —Bien, aquí extrañándote. ¿Cuándo vuelves a New York? —la voz de mi mejor amigo suena agitada, como si hubiese estado corriendo. —Mi trasero acaba de llegar a Los Ángeles y ya estás preguntando cuando vuelvo, esto es increíble. Ambos reímos y nos ponemos al día, antes de irme de mi amada ciudad, con Parker hicimos un trato, el sería mi sombra allá. Llegamos al acuerdo de que se convertiría en la vecina chusma de la escuela y de todo lo que pase. —Ayer te fuiste y hoy Caroline se coronó reina del instituto, la detesto —suelta un bufido—, nena tienes que volver, Lit College necesita de ti. —¿Ya empiezas con tus dramas? Parker, es solo una estúpida secundaria igual a todas las demás. Y Caroline, bien, me importa una mierda lo que ella haga —ruedo mis ojos. Caroline era mi mejor amiga pero estos últimos meses se puso en perra conmigo y decidí alejarme de su estúpida cara. Desde entonces se enfoca en competir conmigo, lo cual es ridículo ya que no le sigo el juego. —Irá al baile con el infeliz de Ryan. —¿Y? Ya déjalos —suspiro, estúpido Ryan—. ¿Tu con quién irás? Salgo al balcón para respirar un poco, mientras converso con mi mejor amigo miro hacia la casa de los vecinos, logro ver a un niño jugando con su perro y me distraigo viéndolo. —¿Me estás escuchando, perra? —Ssssssno. Oye, debo colgar en la noche hablamos. —Ni se te ocurra colgar la llama... Entro en mi habitación y lanzo el teléfono a la cama. Quiero darme una ducha y bajar para buscar a mi padre, mañana iniciamos las clases y debo comprar mis útiles. [***] Centro comercial, allá vamos. Salimos casi una hora tarde por esperar a Britney pero por suerte ya estamos en camino a comprar lo necesario. —Mañana iré con ustedes por ser el primer día ¿Okay? Hablaré con el director y le diré que las mantenga bien vigiladas —habla sin quitar la vista del volante. —¿Las? Me suena a manada —habla Britney desde atrás. —Bueno, en realidad que te tenga a ti bien vigilada —me mira de reojo. —¿Iré a la secundaria o a una cárcel? Oh, espera, es la misma mierda. Mi padre entorna sus ojos y prende el estéreo en señal de "No quiero oírte". Llegamos a destino, dejamos el auto en el estacionamiento y nos adentramos al primer local. ArtBox. Tomo una pequeña cesta y en ella introduzco algunos marcadores, lapiceras, lápices, borradores y varias cosas que, estoy segura, me terminarán robando en clases. Camino hasta el final del pasillo y escojo una carpeta, la cual me enamoró a primera vista, en su tapa tiene el logo de Ramones y con relieve. Me pongo en puntitas para alcanzarla pero no logro mi objetivo, hasta que por encima de mi cabeza aparece una mano y la toma por mi. —Buen gusto, Ramones es genial —sonríe. —Lo sé, por eso la escogí —observo la carpeta aún en sus manos. —¿Qué tal? Me llamo Noah. —¿Quién? —Yo. —Te preguntó. Se queda observando mi rostro unos segundos y una pequeña sonrisa se escapa de sus labios. —Que grosera —me devuelve la carpeta—. Y, aproposito, de nada. —Gracias. Le dedico una pequeña sonrisa e intento avanzar por el mismo pasillo pero él se interpone en mi camino. —¿Permiso? —Dime tu nombre si quieres que te deje ir —sus ojos se clavan en los míos incomodandome bastante. —No necesitas saberlo. Le doy un empujón quitandolo de mi camino y sigo haciendo mis compras, fuera del local están mi padre y mi hermana asi que me apresuro a pagar por mis cosas y salgo junto a ellos. —¿Todo en orden? —pregunta mi padre. —Perfecto. Nuestra segunda parada es en una casa de ropa, ni siquiera me fijé el nombre así que, en fin, elijo alguna que otra remera, dos jeans, un buzo porque al parecer por la noche aquí hace bastante frío y voy directo a la caja para pagar las cosas. En lo que voy saliendo del local, un chico, choca tan fuerte contra mi que me tira al suelo con bolsas y todo. —¿Es broma, verdad? ¡Oye estúpido, al menos pide disculpas! —le grito desde el suelo en cuanto veo que ni se mosqueo. —¿Disculpa? —Si, gracias por la ayuda. Me levanto enfadada del suelo, miren que he conocido gente de mierda en este mundo, yo soy una de esas a decir verdad, pero al menos, si te chocan, te ayudan a levantar todo el desastre que provocaron. En cambio este parásito solo se río y se fue caminando tranquilo. Busco con la mirada al estúpido que ni siquiera me ayudó a levantar mis cosas, ya no está. Mierda, podría haberle dado una buena clase de modales a esa rata asquerosa. Suspiro resignada, voy camino al auto con pocas bolsas mias y varias de Britney ya que sus manos cargan al menos diez bolsas cada una. Quiero llegar a casa, comer algo, dormir y que este día de mierda haya pasado. Y si es posible, despertarme en New York con mi vida normal. Debí haber tomado enserió la amenaza de mi padre cuando dijo "Te llevaré a tu peor pesadilla si no te comportas". De todas formas ya estoy aquí, espero que este nuevo comienzo me de algo bueno, o mejor dicho, algo mejor de lo que me pudo dar New York en todos estos años.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD