•Mision fiesta sorpresa.

1682 Words
PETER Casi no he dormido una mierda ¿Saben? Tener a una chica tan obsesiva y terca como Britney en tu habitación no es nada placentero. No tengo idea a que hora se marchó ni porque me está llamando a las siete de la mañana. —¡Déjame dormir, Britney Elizabeth Dalleris! —No —rie—, hoy es el cumpleaños de Alai. Necesito que me prestes tu casa para organizarle una sorpresa. —¿Y por qué no usas tu enorme casa? —intento mantener mis ojos abiertos. —Papá está aquí y no de buen humor. Anda di que sí, por mi. Dios, no puede ser que con una simple plegaria con vos chillona me convenza. ¿Que le has echo a Peter Harrison, demonio con tacones? —Mierda, está bien, puedes hacer tu fiesta sorpresa aquí. Solo encarg... —Espérame con el desayuno listo, en diez minutos llego. Debemos hacer compras, buscar una distracción para mi hermana y organizar todo. —Britney yo... —Llama a los chicos, envíale un mensaje Alai. Bye. La llamada se corta y es más que obvio, no escuchó nada de lo que intentaba decirle. Sin más que hacer le envío el mensaje a Tyson y también a los chicos, quedamos en reunirnos en casa en dos horas. Aprovecho para hacer el desayuno de Britney, no sé bien que alimentos ingiere pero creo que con un vaso de leche y dos tostadas con queso estará bien. Ya listo el desayuno me doy una ducha para despertarme, me coloco mis jeans negros favoritos, mis Converse negras y una camiseta bordó. El timbre de casa suena, al abrir la puerta me encuentro con los chicos. Creí que era Britney. —¿Por qué nos reúnes tan temprano, Harrison? ¿A caso no sabes que mañana entrenamos? —Fred se lanza al sofá con peso muerto. —Buen día, gracias por despertarnos gritando —Noah suelta la mano de Destiny y se lanza en el otro sofá. —¿Que es tan urgente a estas horas de la mañana? —Dess se recuesta en la alfombra junto a Noah. —Hoy es el cumpleaños de Alai —suspiro con sueño. Fred y Noah intercambian miradas rápidamente. —¿Hoy? ¿El día de San Valentín? —Fred observa el calendario algo confundido. Les explico que Britney nos precisa a todos porque quiere organizar una pequeña fiesta en casa. Alai a partir de hoy es legal. Como todo buen amigo accedí sin problemas y necesitamos armar un plan pero no podemos si falta la mitad de la manada. —¿Donde diablos está Liam? —pregunto. —No tarda, dijo que estaría aquí en unos minutos —Noah se acurruca con Dess y comienza la sesión de besos. —Pit, sabes que te adoro y apoyo en todo —la castaña aparta la cara de Noah para que deje de darle besos—, pero hoy es San Valentín. —¿Y qué con eso? —Quiero pasar el día con mi novio. Le resto importancia a sus estúpidos planes de novios enamorados, hoy es el día de una m*****o. Todos para uno y uno para todos. Tampoco me interesa si Destiny y Alai no se llevan, solucionarán sus problemas luego, ahora hay una legalidad que festejar. —Alai es nuestra amiga, bebé —Noah besa el cuello de su novia—. No le fallare hoy. —¡Pero amor! —Dess. Ella entorna sus ojos acurrucandose en el pecho de mi mejor amigo. Alguien toca la puerta pero antes de que si quiera me gire se abre de par en par. Brit entra con un bonete colorido en su cabeza, un cuaderno en su mano y anotando una lista de compras. Detrás de ella ingresan Mo, Liam, Parker y un chico que ni siquiera sé quién diablos es. —¿Y él es? —pregunto confundido. I am very confundido. —El es Paul, el novio de Morrel —la rubia pasa directo a la cocina sin mirar a nadie. —¡Que no es mi novio! —grita Mo. Saludo a Paker y a Liam, nos quedamos todos hablando sobre qué podríamos hacer para Alai. —Jamás le hemos festejado un cumpleaños así —confiesa el mejor amigo de Tyson. —¿A qué te refieres? —Noah se reincorpora dejando de lado su sesión de besos. —Sus cumpleaños se basaban en parque y skate. Esto la sorprenderá seguramente, no se lo espera. Desde que somos pequeños que le he prometido una fiesta sorpresa pero jamás he cumplido —se lamenta. La sala quedó en silencio, un silencio entre triste e incómodo. Britney aparece con su vaso de leche para comenzar a dar órdenes. La veo entusiasmada, sus ojos brillan, se nota la ansiedad en su cuerpo. Entre desayuno y planes llegamos a un acuerdo: Parker sería la distracción de Alai. Fred, Noah y yo nos encargaremos de decorar la casa, poner sonido también de comprar comida. Britney, Dess y Mo se irían de compras, deben conseguir cosas de cotillón, los regalos y también la bebida. —¿Y nosotros qué? —Liam se señala a él y a Paul. —Ustedes dos cocinarán —Brit se pone de pie llevándose a las chicas con ella y dejándonos solos—. Manos a la obra, tenemos hasta las cinco para organizar todo. —Pero yo invité a tu hermana, le dije que nos reuniremos al medio día. La rubia me mira en plan "Solucionalo cabron o será lo último que hagas". Abro el w******p rápidamente para enviarle un mensaje a mi pequeña mejor amiga Tyson, no quiero morir en manos de su hermana. —¡Empieza la misión fiesta sorpresa! ALAI Número desconocido: Hoy estarás cumpliendo dieciocho años, quisiera poder estar allí contigo. Recuerda, tu eres tu propia fortaleza. Te ama: mamá. Siento una revolución de emociones en mi, es la primera vez desde aquél día en que se marchó que mi madre me escribe por mi cumpleaños. Dejo el mensaje sin responder, no sé que contestarle la verdad. Quizá un simple gracias baste para ella pero no sabría decir si es correcto, estoy acostumbrada a sus cartas que ya casi no llegan, pero no a sus saludos de cumpleaños. ¿De debería responderle a la mujer que se marchó dejándome sola? —Alai —papá llama mi atención—, ven un momento conmigo. Camino desde el patio trasero detrás de él, nos dirigimos a la sala principal donde se da vuelta y me abraza. —Feliz cumpleaños, mi niña. —Uhm, gracias supongo. Me da un efusivo abrazo al cual casi no reacciono, me quedé quieta varios segundos hasta que empecé a palmear su espalda en modo "Ya aléjate". —Tengo un regalo para ti —me pasa una pequeña caja. Las llaves de un auto. —¿Las del jeep? —Sigueme. Me guía hasta la calle donde un brillante Lexus en color azul marino estaba estacionado. Un moño gigante de color blanco adorna su techo con algunos globos. —¿Encerio un auto? Aún no tengo registro. —Pronto lo tendrás, le diré a Parker que te enseñe a conducir. O en su defecto a tu hermana —lo piensa mejor. —¿Cuanto gastaste en esto? Ya lo sé, me están obsequiando un auto un maldito Lexus para mi legalidad, quisiera poder estar emocionada pero el supuesto mensaje de mi supuesta madre aún me tiene en shock. A demás papá sabe que odio los regalos carísimos que suele regalarme para pagar su ausencia como padre. O sea, demonios ¿Quién considera seguro y buena idea regalarle un auto a su hija adolescente? —No te importa el precio, que te importe el detalle que quise darte. —Si, bueno gracias —apenas le sonrío. —¿Si, bueno gracias? —repite gritando dándome un susto—. Si no lo quieres dime que lo enviaré de nuevo a la concesionaria. —No dije que no lo quiero. Te he dicho gracias. —Lo dices como si te hubiese regalado un peluche de la feria. ¡Agradece que al menos te di un regalo único! —Te dije que te he agradecido. —Insoportable, caprichosa, desagradecida. No mereces nada, jovencita. —¡Esta bien! Ya basta ¿Si? —guardo la llave en mi bolsillo del pantalón—. Arruinaste casi mi vida entera, al menos déjame pasar un cumpleaños en paz. ¿Quieres discutir? Bien, espera hasta mañana. Me doy la vuelta entrando de nuevo a casa oyendo los gritos de mi padre detrás de mi. Ya no lo entiendo, a veces me habla bien a veces me grita sin razón. Creo que la edad y su vida de mierda dedicada al trabajo le están afectando demasiado. Todos los que me conocen saben que este día no tiene un significado especial para mí, pero por el simple hecho de que no soy muy amiga de las festividades con reencuentros familiares y esas mierdas. Estoy acostumbrada a recibir algunos mensajes de mis amigos bien temprano en la mañana, desayunar cualquier cosa que encuentre y salir corriendo a la escuela. Esos son mis cumpleaños en Nueva York, por la tarde era skatepark con la banda y quizá a la noche alguna reunión en el mugroso sótano de Zac, escuchábamos música, jugábamos Guitar Hero y si se podía fumabamos algo de hierba. Un día normal como cualquier otro. No soplo las velas de un enorme pastel costoso y decorado como una pieza de arte como lo hace mi hermana. Britney para su cumpleaños es capaz de tirar la casa por la ventana festejando, yo no. Además paso de darle comida gratis a personas que se sientan en mi casa muy cómodamente a criticarme, de veras que asco. En fin, sin darle más vuelta al asunto procedo a seguir con mi día. Tengo cosas que estudiar y tareas que terminar, además los chicos quieren que nos veamos en unas horas y eso es lo que haré, pasar la tarde con amigos.

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