Stefany Alencar —Buenas noches, mi amor —digo mirándolo a los ojos, tratando de hacer mi voz lo más sexy posible. Él me analiza de pies a cabeza, no dice nada, se inclina y huele mi aroma. Me pongo toda erizada cuando él me da un beso. —Buenas noches, amor, te extrañé demasiado, pero nunca esperé ser recibido así. ¿Puedo pedir que todas las noches sean así? No aguanto y me echo a reír y él me sigue. —No, Vitor, no te acostumbres —respondo con tono de broma. —¿Qué tendremos para esta noche tan especial? —pregunta mirándome con ojos llenos de deseo y me da un beso corto. Él entra, yo cierro la puerta y camino detrás de él. —Primero vas a subir y tomar una ducha, porque te estaré esperando en la piscina. Él me mira y entrecierra los ojos. Una sonrisa maliciosa aparece. —Voy a correr,