Vitor Ferrari Entro en la oficina seguido por Felipe, lo veo mirar alrededor y parece fijarse en toda mi decoración. Mi oficina es toda de color n***o con un tono amaderado, me gusta ese tipo de colores y lo veo observar. —¿Te gusta la decoración? —pregunto. Felipe sonríe. —Sí, tienes buen gusto —dice. Me siento en mi silla y hago un gesto para que él se siente en frente, Felipe se sienta y cojo mi whisky para poder empezar a hablar, creo que voy a necesitar una bebida. —¿Quieres uno? —pregunto. —Sí, gracias —responde él. Cojo dos vasos y los lleno para poder hablar como dos personas civilizadas. Bebo mi whisky con toda la tranquilidad del mundo, hasta que empiezo a hablar con este idiota delante de mí, siento el líquido bajar por mi garganta, calmándome, así puedo hablar con él.