Stefany Alencar
Estoy camino a la casa de mi padre. Se necesitan al menos tres transportes para llegar allí y apenas estoy en el segundo. Dios mío, cómo puede ser complicada la vida para muchos, yo mismo tenía todo lo mejor y hoy estoy aquí, viviendo del transporte público. No es vergonzoso tomar un autobús, por supuesto que no, pero es agotador. A veces recuerdo el auto que mi padre compró y era maravilloso, lo único malo era estar atrapado en el tráfico. Hoy, además de estar atrapada en el tráfico, también estoy en un autobús lleno.
En la ciudad de São Paulo es raro encontrar un autobús vacío, normalmente las personas van todas apretadas, desafortunadamente es una realidad que existe y el 70% de la población depende del transporte público en la ciudad, así que hay que tener muchos auto
